La propuesta destacada

'Lope' viaja a la juventud aventurera de Lope de Vega

Alberto Ammann ('Celda 211') da vida al genio del siglo de oro español

OLGA PEREDA / Madrid

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Lope está dirigida por un brasileño, Andrucha Waddington, y protagonizada por un argentino, Alberto Ammann. Que nadie se eche las manos a la cabeza. Waddington asegura que los cineastas están para contar bien historias, no importa de dónde vengan. Mientras, Ammann sabe bastante más del autor de Fuenteovejuna que muchos colegas españoles. El actor revelación del año pasado gracias a Celda 211 estudió durante un año un curso de Literatura donde Lope de Vega y Cervantes fueron capítulos imprescindibles. Con esta carta de presentación llega hoy a las pantallas Lope, la que está llamada a ser la gran película española del año. Tanto por reparto (Juan Diego, Leonor Watling, Pilar López de Ayala, Luis Tosar...) como por presupuesto (13 millones de euros).

Lope no es ni un documental ni un biopic al uso. Más bien es una película libremente inspirada en la etapa menos conocida de un genio universal de las letras, Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562-1635). La historia comienza cuando Lope regresa después de luchar en la guerra. El joven intenta abrirse camino como autor de comedias pateando las sucias calles del Madrid del siglo de oro. Los que tratan con él, como el comediante Jerónimo Velázquez (Juan Diego), saben que sus textos son oro puro, pero intentan explotarle.

A diferencia de su película de cabecera (Shakespeare in love), Lope no es una comedia. Su director la define como «una cinta de amor y aventuras». Pero lo primero pesa bastante más que lo segundo. Aunque, en realidad, no hablamos tanto de amor sino de desamor. Lope de Vega fue autor de 3.000 sonetos, tres novelas, cuatro novelas cortas y más de mil comedias. Sin embargo, conviene recordar que trabajó con tanta intensidad como amó: 15 hijos de una docena de mujeres diferentes. Lope hace hincapié, precisamente, en la desbocada atracción por las mujeres que sentía el Fénix de los Ingenios.

DUELO DE HEMBRAS / Aquí aparece el duelo femenino. La complicada, apasionada y oscura Elena Osorio (Pilar López de Ayala) frente a la inocente, luminosa y enamorada Isabel de Urbina (Leonor Watling). Aunque en realidad ambos romances no coincidieron en el tiempo, la película se toma la licencia de hacerlo para dejar claro que el joven Lope de Vega era un hombre voraz y ambicioso también en lo personal. Ese carácter luchador, afirma Alberto Ammann, «le llevó a hacer grandes cosas y también a llevarse grandes palos».

Además de Ammann, en Lope aparece otro actor de Celda 211, Luis Tosar, el Malamadre que convirtió la cinta de Daniel Monzón en un monumento. Tras una larga lista de personajes oscuros, Tosar da vida ahora al bueno de la película: un fraile que es todo corazón. «Después de pasar ocho años en el colegio de los maristas -bromea- por fin he podido llevar la palabra de Dios al cine».