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De nuevo, el verso que diga la luz y la herida

CARLES Duarte

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Celebramos los 150 años del nacimiento deJoan Maragall y el centenario del deMàrius Torres. Maragallfue una de las personalidades más admiradas de su época, por la emoción que transmitían elCant espiritual, ExcèlsioroLa vaca cega,pero también por su dimensión ética, que le confería una indiscutible autoridad moral.

La obra poética deMàrius Torressolo pudo ser conocida y valorada adecuadamente a partir de una edición publicada en México porJoan Sales en el año 1947, cinco años después de la muerte deTorres,a pesar de queLluís Llachy otros intérpretes han popularizado posteriormente poemas suyos como lasCançons a Mahalta.A raíz de la polémica sentencia del Constitucional sobre el Estatut y de las reacciones que ha provocado, empezando por la multitudinaria manifestación del día 10 de julio, se ha citado a menudo el final de la Oda a Espanya de Maragall, con una última estrofa que dice así: «On ets, Espanya? – no et veig enlloc. / No sents la meva veu atronadora?/ No entens aquesta llengua – que et parla entre perills?/ Has desa-

près d'entendre an els teus fills?/ Adéu, Espanya!».

Pero tambiénMàrius Torreses mencionado para reencontrar el mensaje político deLa ciutat llunyana, escrito en el año 1939: «Ara que el braç potent de les fúries aterra / la ciutat d'ideals que volíem bastir / (...) / Mésllunyana, més bella, una altra n'hi ha potser/ que ens envia, per sobre d'aquest temps presoner/ batecs d'aire i de fe». Y podríamos añadir a estos autores recordados este año aEspriuy otros. La poesía está íntimamente unida a nuestra alma personal y colectiva. Por eso es tan estimulante leer los volúmenes recientes de poetas jóvenes comoJaume C. Pons AlordaoMireia Calafell, que hace poco ha publicado el libroCostures.Calafellnos explica en él que «escriure és descobrir / quines són les paraules que esborra la marea / en arribar a la sorra», y explora con sensualidad y con sabiduría literaria el poderoso territorio del deseo y la ausencia con unos versos bellísimos: «Salto per espolsar–me l'enyor / que has anat deixant a les costures / i faig veure que trobo, amarada de tu,/ uns altres braços on estendre'm».

Como ayer, como hace siglos, nos hace falta de nuevo el verso que diga la herida y la luz.