entrevista con la escritora

Carole Martinez: «El español fue mi lengua mágica»

Carole Martinez.

Carole Martinez.

LAIA MONTANER
BARCELONA

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–Escribe sobre la vida de su tatarabuela, Frasquita Carrasco, pero mezcla realidad y ficción. ¿Dónde empieza una y dónde acaba otra?

–La novela se puede leer en clave de realidad salvo en dos o tres fragmentos, por ejemplo, cuando la mariposa hecha con dos abanicos empieza a volar. Para mí no vuela, sino que la roban, pero los lectores prefieren la versión fantástica y la hacen volar. Tengo la sensación que los lectores cada vez más prefieren el lado fantástico y maravilloso. Es la historia de mi tatarabuela, de la que yo sabía poco y he tenido que ir inventando.

–¿Quién le contó la historia?

–Mi abuela paterna. Pero la historia que me contaba era todavía más fantasiosa: creían en los espíritus y en oraciones para curar quemaduras, cortes y mal de ojo, y hasta una tía predecía el futuro, por eso crecí en este ambiente un poco alocado. Yo tenía la idea de que en todas las familias había alguna mujer que se la habían jugado en una partida.

–¿Conoce el pueblo andaluz donde nació su tatarabuela?

–No existe, me lo inventé. Supongo que sucedió en Andalucía pero no sé en qué parte. Mi abuela solo me contaba que la suya cogió la barca para cruzar el Mediterráneo en Sevilla.

–El machismo en la época de su tatarabuela era espectacular. ¿Y hoy?

–Ha habido una evolución enorme. Pero me parece que cuando a las mujeres se nos abre una puerta, los hombres nos perciben como competencia y en una generación esa puerta se vuelve a cerrar. Por eso tenemos que ser muy cautos.

–En una carta a sus lectores dice que el español es la lengua de los secretos y la lengua prohibida. ¿Por qué?

–Porque las oraciones misteriosas de mi abuela eran en español. Y también porque mis abuelos lo utilizaban cuando no querían que se los comprendiera. Para mí el español era la lengua de lo que no debía entender, la de los secretos familiares. Me parecía que allí residían todos los misterios. En mi pequeña cabeza de niña esa lengua fue una lengua mágica y a la vez prohibida.