Cita con la salsa intelectual

Rubén Blades vuelve a cantar tras 4 años en el Gobierno panameño

OLGA PEREDA
MADRID

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Tras cuatro años vistiendo el traje de político (ministro, para ser exactos) Rubén Blades se acaba de tirar a la piscina musical a sus 60 años. Es lo que le gusta, lo que le tira, lo que le apetece hacer en este momento. El todavía titular de la cartera de Turismo de Panamá llevará hoy por la noche el ritmo salsero a Sant Feliu de Guixols (Baix Empordà), dentro de la gira europea que inició en julio en Milán.

El autor de Pedro Navaja ha ensayado mucho de cara su reencuentro con el público, pero no oculta sus inseguridades. "El diafragma es un músculo. Y hay que ejercitarlo. Pero, bueno, podemos decir que estoy cautelosamente optimista", explicó hace semanas en Madrid el creador de la salsa comprometida.

A Blades le queda un año para soltar su cartera de ministro. Durante cuatro años ha sido el responsable del Instituto panameño de Turismo. La política --a la que se metió con conciencia y corazón-- le ha aportado muchas cosas. Entre ellas, la posibilidad de ser consecuente entre lo que uno piensa y lo que hace. "Ahora soy una persona menos egoísta, más solidaria y más segura", afirmó.

TIEMPO ROBADO

Pero también le ha robado otras. La más fundamental ha sido el tiempo. Tiempo para dedicarse a sus grandes pasiones: la música y el cine. "Cuatro años sin aparecer por un escenario es la muerte para cualquier artista. Gracias a Dios la gente me quiere seguir escuchando y me han dado la posibilidad de reinsertarme", dijo.

Cuando planeó la gira, el cantautor que incorporó temas sociales a las ritmos salseros estaba bastante despistado. ¿Qué canciones ofrecer al público? Ante la duda, decidió preguntar a sus admiradores e incorporó en su web (www.rubenblades.com) una vía para que los fans pudieran hacer peticiones. "Eso es lo que estoy cantando en la gira, lo que la gente me pide", comentó. Ahí están, por supuesto, éxitos como Pedro Navaja y Ligia Elena.

La música no será la única actividad a la que se dedicará Blades una vez que deje la política. También quiere escribir. Le apetece contar su vida, su experiencia como latino en Estados Unidos. "Tengo que aprovechar ahora, que todavía me acuerdo de las cosas", bromeó.

El cantautor panameño, padre de la llamada salsa intelectual, también quiere hacer más cine. Incluso, puede que se atreva a dirigir teatro. Tampoco descarta hacer alguna "incursión" en el mundo de la arqueología. ¿Y qué más? Lo tiene claro: "Encontrar tiempo para descansar mucho y disfrutar de mi mismo".