"Esperanza Aguirre tiene una táctica 'mourinhista'"

Preparaba Jordi Évole la vuelta de su espacio a la parrilla de La Sexta cuando Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, se soltó con unas duras declaraciones en las que acusaba a las cadenas de Atresmedia de ser voceros de Podemos. El periodista decidió pedirle la entrevista que ella le venía denegando desde hacía siete años, y esta vez accedió. El resultado ha sido una tensa conversación que recoge esta noche Salvados.Salvados.

 --En un vídeo de promoción dicen que no hablarán de Podemos.

--Es ironía, porque creo que va a ser complicado que en el 2015 un programa no se plantee hablar de Podemos. Todos hablan de ese partido, incluso quien no quiere que se haga.

--¿Se refiere a Esperanza Aguirre?

--Por ejemplo. En la entrevista que le hice no le sacaba el tema y lo hacía ella sola. Era terrible. No sé si forma parte de una estrategia política. Igual tienen asesores que les dicen que hablen de Podemos, porque hay que ponerlos a parir y, además, así no se habla del PSOE.

--¿La idea de entrevistar a Aguirre fue anterior o posterior a sus declaraciones contra La Sexta?

 -La entrevista con ella estaba pedida desde que arrancó Salvados, hace de ello siete años. Y  no había manera de conseguirla. Pero, justo después de esa frase suya en Espejo público sobre La Sexta y Antena 3, que también ella metió por en medio, llamamos a ver qué pasaba. Y sí; se había  abierto el grifo para concedérnosla.

--Acusaba a La Sexta de ser medio propagandístico de Podemos.

--Ella lo dijo bien claro: esta cadena es Aló Pablo --en alusión al programa del dirigente venezolano Hugo Chávez Aló Presidente--. Pues yo he querido que por un rato sea Aló Espe.

--¿Y no se lo puso fácil?

 --No. Es una misión imposible. Me dio la sensación de estar entrevistando a un equipo de Mourinho, que siempre es bronco, marrullero,  protesta al árbitro, hace faltas, interrumpe el juego y que, en un contragolpe, te marca un gol y gana el partido. Ella me dio esa sensación: se sabe manejar muy bien en las entrevistas para no contestar lo que no quiere y, si hace falta, para el juego. Tiene, a veces, técnicas de tertuliana que hacen muy difícil entrevistarla. Pero, pese a su táctica 'mourinhista', y que la entrevista fue tensa, de ahí salieron cosas interesantes.

--Jugaron en su terreno.

 --Sí, fuimos a la sede del PP en Génova, y al  llegar comenté que qué bonita les había quedado para haberla pagado con dinero negro. Creo que ahí pensó: esto hay que pararlo.

--No me extraña que fuera tensa...

--Yo, durante mucho rato, le di la razón. Porque hay según qué mentiras que solo las puedes contrarrestar con sarcasmo e ironía. Aunque también hay que aplaudirle a Esperanza la valentía de acudir al programa.

--¿Qué más temas preparan?

 --Estamos trabajando en un programa sobre Grecia. Queremos ver cómo les ha sentado las elecciones. Picamos alto para intentar sacar a esos protagonistas que no hemos visto en la televisión española. Y tenemos otro sobre la amenaza yihadista. Hemos estado en las 'banlieues' de París, que las fuerzas políticas ahora tienden a criminalizar, y hablaremos con el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, sobre si las medidas que se acaban tomando sirven para recortar las libertades y que los gobiernos nos tengan cada vez más controlados.

--¿Abordarán el durísimo asunto de la pederastia en la Iglesia?

 --No está previsto, aunque es un temazo. Pero sí que tenemos un programa del que me siento muy orgulloso, que creo se emitirá el 8 de marzo, coincidiendo con el Día de la Mujer, en el que hablaremos del Ejército español, con un testimonio inédito que nos hace un relato de su vivencia dentro que me ha dejado en 'shock'. Es una persona a la que tenemos que proteger, porque ha decidido dar un paso al frente muy importante, y que puede tener consecuencias en su vida, para explicar cómo funciona esa institución tan opaca.

--Aguirre ya está; ahora le queda Felipe VI. ¿Ha habido un acercamiento?

 --Pudo haber un acercamiento: él acudió al 25º aniversario de Antena 3. Pero yo no fui. Es que soy poco de 'pasilleo'. Me pierdo los mejores momentos. Trabajo demasiado.