LA SUERTE EN CATALUNYA

El lotero que quería ser Robin Hood

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aquí se encuentran la calle de Balmes y la Via Augusta. Una parada de Ferrocarrils, una zapatería, varios bares, panaderías, un banco, restaurantes. al fondo, la casa de los Maragall. Y la administración de lotería número 299, regentada desde hace 15 años por Emilio García. Ha entregado seis décimos del segundo premio, el 4536. Un total de 750.000 euros que el lotero espera que hayan ido a parar al bolsillo "de alguien que realmente lo necesite". 

De ahí el nombre del negocio: La Bruixa de Drap. Él no lo dice, pero la elección tiene mucho que ver con la administración de Sort, esa Bruixa d'Or mundialmente famosa por la cantidad de premios que ha repartido en su historia. Y por su propietario, un hombre que ha levantado un pequeño imperio. En el Pallars es de oro, sinónimo de opulencia. Aquí, Emilio quiso que su bruja vistiera trapos. "Porque la lotería le tiene que tocar a quien de verdad la merece, a quien de verdad le hace falta". No sabe quiénes han sido los agraciados porque los boletos se vendieron en ventanilla. Si hubiera sido una empresa, cuenta, ya podría dar alguna pista. 

CASI EN EL PODIO

Emilio, que hace algunos años ya vendió un quinto premio, se quedó con el negocio a principios de siglo. Es ingeniero de Telecomunicaciones y las circunstancias de la vida le llevaron a dar un vuelco a su trayectoria profesional. Pero no perdió la ambición. "Yo quiero ser la primera administración de lotería de Barcelona". Suena a locura, pero los números dicen que ya es la cuarta en ventas de lotería de Navidad, por detrás de UrquinaonaValdés (Rambla) y El Gato Negro (Pelai). Es la cuarta gracias a la cantidad de empresas que le encargan números. Y a la venta por internet. 

Lázaro es un octogenario del barrio que cada día compra en La Bruixa de Drap. Regentaba una tienda de bacalao en una plaza cercana. La cerró hace ya 20 años. "Luis del Olmo era cliente mío", alardea. "Ahora ya no queda una sola de las tiendas de siempre, todo son bares y panaderías". Cuenta que en el local que hoy alberga la administración de Emilio había una pastelería, de nombre Gregori, que ocupaba también el establecimiento de al lado. "Tenían muy buen género". Este veterano vecino de Sant Gervasi felicita al lotero y se mete dentro para recoger su Bononolto y su Primitiva. No juega a la lotería de Navidad. También le gustan "lo ciegos". En una ocasión se llevó 35.000 euros. Ayer, sin embargo, fue al aeropuerto a buscar a su hijo. Tenía que hacer tiempo e hizo una excepción: compró un décimo acabado en tres, como el Gordo mardileño, así que algo se llevará.

SANT MARTÍ Y RAMBLA

Emilio no parece muy eufórico. "Soy más de digerir las cosas, de disfrutarlas poco a poco". Sí lo están las cinco personas que trabajan en el negocio y que lucen una camiseta en la que se informa de que aquí se ha vendido un segundo premio. Curioso cómo repartir millones y no quedarse ni un solo euro genera tanta ilusión. 

El quinto premio, muy repartido, también ha dejado pellizcos en las administraciones barcelonesas de Concili de Trento y Rambla. En el resto de Catalunya, ha salpicado a las siguientes localidades: L’Hospitalet de Llobregat, Esplugues, Sant Boi, Abrera, Sabadell, Viladecans, Castelldefels, Sant Pere de Ribes, Calafell, Falset, Salou, Vinyals i els Arcs, Vic, Olot, Platja d’Aro, Vilobí d’Onyar y Portbou.