ASISTENCIA A LOS MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS

Oftalmólogos solidarios

Los impulsores 8 Joaquín Barraquer (izquierda), junto al alcalde Xavier Trias y Elena Barraquer, ayer.

Los impulsores 8 Joaquín Barraquer (izquierda), junto al alcalde Xavier Trias y Elena Barraquer, ayer.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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En las escuelas catalanas de los barrios más afectados por la crisis es frecuente que algunos niños no avancen en lectura y escritura porque tienen problemas de visión pero no llevan gafas. «Sus padres tienen graves problemas económicos y la salud, incluida la de la vista, no es una prioridad», argumentó ayer la doctora Elena Barraquer, directora ejecutiva de la Fundació Barraquer e impulsora del programa que, a partir de hoy, ofrece asistencia oftalmológica gratuita -desde la detección preventiva de enfermedades hasta la cirugía- a personas que por múltiples circunstancias, originadas en la degradación de lo que fue su estructura social, no accedan a la sanidad pública.

Insertar esta nueva forma asistencial -que Elena Barraquer practica en África «ocho veces al año» con casi un millar de pacientes-en un entorno de sanidad pública y gratuita que se financia a través de los impuestos, como es el caso catalán, ha requerido tacto y meses de negociación entre la Fundació Barraquer, la Generalitat, la Taula d'Entitats del Tercer Sector Social y Creu Roja. No se trataba de cuestionar la eficacia del sistema público de salud, explicaron, sino de atender los evidentes problemas de visión de miles de personas de todas las edades, con tarjeta sanitaria del CatSalut o sin ella por no estar empadronados, que a diario comen y se visten en las 4.000 entidades de ayuda social de Catalunya.

«No presentamos una vía para operarse de cataratas saltándose las listas de espera de la sanidad pública -puntualizó Xavier Trias, alcalde de Barcelona, firmante también del convenio con Barraquer-. Es un servicio para personas en riesgo de exclusión social».

Selección social

De hecho, las personas que se presenten en el centro oftalmológico y soliciten esa vía asistencial no se beneficiarán del programa. Será el personal de las entidades agrupadas en el Tercer Sector Social o de Creu Roja quien seleccionará entre sus usuarios a aquellos que no ven bien porque sufren unas cataratas no diagnosticadas, a los miopes sin gafas o a cualquier otro afectado por problemas oculares no tratados. El equipo médico de Barraquer recibirá a los pacientes derivados desde dichas entidades. «Nuestra actuación incluirá desde el diagnóstico precoz a la atención de complicaciones oftalmológicas -indicó Barraquer-. En los casos que requieran cirugía, el tratamiento se prolongará hasta que el paciente tenga el alta quirúrgica».

La situación es grave y exige actuar con urgencia, señaló Àngels Guiteras, presidenta de las 32 entidades federadas que componen la Taula del Tercer Sector Social. «En el contexto de crisis en el que estamos, hay muchas personas que aun pudiendo acceder al sistema sanitario no ven su salud como algo urgente ni prioritario», dijo Guiteras. La idea es ofrecer asistencia por esta vía a nueve pacientes cada semana.

La Fundació Barraquer atiende   desde hace 25 años a precios reducidos a personas que demuestran no tener recursos, una iniciativa que en los últimos años se ha extendido a otros centros oftalmológicos de Catalunya. Esta oferta es acogida, con frecuencia, por pacientes que se encuentran a la espera de que el hospital público donde se les atiende les cite para ser intervenidos. La cirugía de cataratas es la que mantiene la mayor lista de espera quirúrgica en Catalunya, con 28.000 pacientes.

Las clínicas que abaratan sus precios solicitan entre 2.500 y 2.800 euros por ojo intervenido, una cantidad que, aunque rebaja en más de 5.000 euros por ojo los costes habituales, resulta inasumible para el sector social al que se dirige la iniciativa presentada ayer.