Millet desvió fondos del Palau para pagar deudas del partido de Colom

Una parte de los fondos de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música, bajo la presidencia de Fèlix Millet, sirvieron para sufragar las deudas que contrajo el exlíder de ERC y actual dirigente de CDC Àngel Colom tras disolver el efímero Partit per la Independència (PI), a finales de 1999. El propio Colom ha reconocido a este diario que, en el año 2000, pidió a Millet ayuda económica para hacer frente a las deudas y que recibió de este unos 12 millones de pesetas de la época (72.000 euros). En el libro de contabilidad de la fundación figuran dos salidas de dinero, fechadas en agosto y septiembre del 2000, hacia la fundación Espai Catalunya, un proyecto del lobi independentista que Colom quiso impulsar después de fracasar electoralmente con el PI, pero que nunca llegó a constituirse. La firma de Colom aparece en un recibo, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, por valor de 25 millones de pesetas (150.000 euros). El político admite haber firmado un recibo, pero por la mitad de ese dinero.

El recibo en el que figura la firma de Colom consigna dos pagos a la fundación independentista en el 2000, uno el 31 de agosto y otro el 15 de septiembre. Por aquel entonces, Colom no tenía ninguna responsabilidad política, pero era militante de CDC desde febrero de ese año. El concepto que aparece en el recibo como justificación de los abonos esPedagogía sobre la cultura catalana en la nueva inmigración,uno de los objetivos que perseguía Espai Catalunya. En declaraciones a este diario, Colom afirmó no recordar los detalles y las circunstancias en que recibió el dinero de Millet, y que tampoco guarda ese recibo.

POR RECOMENDACIÓN / Lo que sí reconoció abiertamente el dirigente convergente –es miembro de la ejecutiva de CDC como secretario de inmigración– es que «llamó a la puerta» de Millet para saldar las deudas del PI, que dijo no recordar a cuánto ascendían en concreto, pero que «no era mucho». «Llamé a varias puertas y algunas de esas personas me sugirieron que hablase con Millet, que entonces estaba considerado como un mecenas», explicó Colom, que no quiso precisar quiénes le propusieron que contactase con el presidente de la fundación del Palau de la Música. «Era gente muy diversa, pero ninguno provenía del mundo de la política», matizó.

Colom aseguró que, durante su conversación con Millet, le pidió que le «echase una mano» para un nuevo proyecto que tenía entre manos [la fundación Espai Catalunya], aunque dijo no recordar si le precisó que parte del dinero se destinaría a liquidar las deudas del PI.

El exlíder de ERC sostuvo que recibió unos 72.000 euros de Millet, en un solo pago y en forma de talón, pero negó haber cobrado los 150.000 euros que constan en el recibo con su firma. También puntualizó que estaba convencido de que la donación procedía de las arcas particulares de Millet, y no del Palau.

«Me fijé muy poco en cómo era el recibo. Yo salí de lo más contento porque necesitaba ese dinero, pero quiero dejar claro que no me quedé ni un duro», afirmó un Colom que confesó estarle «agradecido» a Millet por la ayuda que le prestó, aunque los acontecimientos de los últimos meses le hayan hecho cambiar su percepción. El dirigente nacionalista también aclaró que ningún otro miembro del Orfeó le dio dinero y que nunca más, desde el 2000, ha vuelto a hablar con Millet.

ACTO EN EL PALAU / El lobi independentista que tenía entre manos Colom no llegó nunca a constituirse, aunque sí tuvo una fugaz relación con el Palau de la Música. La presentación pública de Espai Catalunya se realizó el 29 de enero del 2000 en la sala anexa del Palau, donde se reunieron unas 200 personas. La idea de Colom, que expuso en el mismo congreso de disolución del PI, en septiembre de 1999, era la de constituir una institución «cívico-política» que ejerciese influencia independentista.

El Orfeó tenía la intención de firmar un convenio con la fundación de Colom. El político aseguró que tampoco llegó a «cuajar» dicho convenio por la falta de voluntad de los impulsores de Espai Catalunya, procedentes en su mayoría del PI y, por tanto, aún escocidos del batacazo electoral que les condenó a la desaparición. El propio Colom se trasladó en el 2000 a vivir a Francia y, en el 2003, a Casablanca, cuando el último Gobierno de Jordi Pujol le designó delegado de la Generalitat en Marruecos.