La Fageda, la terapia del trabajo

ÉXITO. La Fageda produce cada año 45 millones de unidades de sus célebres yogures.

ÉXITO. La Fageda produce cada año 45 millones de unidades de sus célebres yogures.

FERRAN COSCULLUELA

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Hace unas semanas, el presidente del BBVA, Francisco González, hizo una visita a la cooperativa La Fageda (Garrotxa), en la que afirmó que la entidad bancaria que preside se siente identificada con el proyecto que ha impulsado esta cooperativa para conseguir la integración sociolaboral de las personas con discapacidad psíquica. González afirmó que el fundador de La Fageda, Cristóbal Colón, es «un claro referente del emprendimiento social y una auténtica fuente de inspiración». La visita tuvo lugar un año después de que el BBVA concediera a La Fageda el Premio Integra, dotado con 200.000 euros, en reconocimiento a su labor. Un galardón que, recordó González, «da a conocer historias de personas que con una actitud basada en la excelencia y la innovación sacan adelante proyectos de éxito con un alto impacto social».

El premio supuso un importante respaldo para La Fageda, ya que como reconoce su responsable de comunicación, Albert Riera, son pocos los reconocimientos de este tipo que además cuentan con una dotación económica de esa magnitud. «Las entidades sociales como la nuestra no tienen socios capitalistas y, como mucho, reciben ayudas de la administración en función de los puestos de trabajo que crean. Unas subvenciones que en época de crisis también se han visto recortadas», explica.  La Fageda se creó en 1982, en una época en la que a los enfermos mentales se les encerraba en los psiquiátricos, que eran auténticos centros de internamiento dotados con celdas de aislamiento y patios cerrados. Colón decidió impulsar la cooperativa después de pasar una década trabajando en varios hospitales e instituciones psiquiátricas «con la intención de arrancar a estas personas de la pasividad y la monotonía del patio del manicomio», afirma.

La cooperativa nació como una iniciativa conjunta de un grupo de profesionales del ámbito de la psiquiatría y del Hospital Psiquiátrico de Salt (Gironès), ante la necesidad de acoger a las personas con discapacidad psíquica y con enfermedad mental de la Garrotxa, con el fin de cubrir un vacío asistencial. Se trataba de hacer alguna cosa fuera del ámbito hospitalario para conseguir que ese colectivo también disfrutara del derecho a un trabajo digno.

Tres décadas después, La Fageda da trabajo a 282 personas, de las cuales 163 tienen discapacidad intelectual o sufren una enfermedad mental. Además, cuenta con 53 personas en pisos asistidos o en autonomía en el propio hogar. Unos datos que han supuesto que el paro de este colectivo en la comarca sea prácticamente inexistente, ya que también asesora a otras empresas para que contraten a estas personas. Estos logros no son fruto de la caridad, sino que la cooperativa se financia a través del esfuerzo de sus trabajadores y de la venta de sus productos, entre ellos los famosos yogures de La Fageda, de los que producen 45 millones de unidades al año, con una facturación de más de 12 millones.

Además de productos lácteos, La Fageda tiene una sección dedicada a los trabajos de jardinería, a la explotación ganadera de vacas lecheras (con 500 cabezas de ganado), una planta de fabricación de helados que se puso en marcha hace cuatro años y actualmente ha orientado la actividad de horticultura a la obtención de vegetales y frutas para la elaboración de conservas y mermeladas en un obrador de nueva construcción.

Otro de los proyectos en marcha es la renovación de la planta de yogures, que se había quedado obsoleta después de 20 años. Una modernización que se ha puesto en marcha con la ayuda de Momentum Social Investment, un crédito blando concedido también por el BBVA dentro del programa Momentum Project, iniciativa puesta en marcha por la entidad y Esade para impulsar el emprendimiento social.