Un proyecto gigantesco

Eurovegas, esprint final

Adelson saluda  durante la visita que realizó el domingo al municipio madrileño de Alcorcón.

Adelson saluda durante la visita que realizó el domingo al municipio madrileño de Alcorcón. / periodico

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Esta semana se encara ya la recta final. En estos días, en estas horas, se está decidiendo si el megacomplejo de juego y ocio Eurovegas se instalará en Barcelona o en Madrid. El triunfalismo exhibido por los negociadores madrileños contrasta con el silencio sepulcral de los catalanes. Contra lo que esto podría indicar a simple vista, fuentes conocedoras de la negociación aseguran que todo es absolutamente posible en la carrera, pese a que los discretísimos negociadores catalanes encadenen reuniones y viajes sin soltar prenda mientras sus locuaces homólogos madrileños publicitan hasta el más mínimo detalle.

La confianza en el triunfo expresada de nuevo el lunes por el consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano, contrasta con la discreción del Gobierno catalán. No es baladí. En el Ejecutivo catalán existe la convicción de que si se muestra como ganador ante la opinión pública y después pierde frente a Alcorcón o Valdecarros, la consecuencia será fatal.

En sentido contrario, mostrarse ante la ciudadanía en desventaja respecto a Madrid y restar importancia a la liza para lograr luego que la inversión vaya a parar al delta del Llobregat, despertaría suspicacias: si no era tan importante, ¿a qué viene celebrar el triunfo? Por lo tanto, la posición elegida es el silencio hasta que dentro de tres o cuatro semanas se descubra la decisión.

NEGOCIACIÓN CAMBIANTE / Bajo ese espeso mutismo, la frenética actividad negociadora catalana habría podido conseguir que, a falta de sorpresas de última hora, la opción del delta del Llobregat hubiera logrado incluso una ventaja no admitida públicamente respecto a la capital española. Aunque el veredicto final dependerá de si la propuesta de la Generalitat encaja con las exigencias de la multinacional de complejos hoteleros y de casinos.

La frecuencia e intensidad de las conversaciones con los negociadores de Adelson hace que las alternativas de ocupación de los terrenos de El Prat, Sant Boi, Cornellà y Viladecans sea muy cambiante. Un inconveniente contra el que chocaban las aspiraciones catalanas era la petición tajante de la compañía norteamericana de construir un paseo principal, un strip como el de Las Vegas, a cuyos lados crecieran los edificios del complejo.

No obstante, el grado de detalle, parcela a parcela, visitando una y otra vez los terrenos y barajando todas las alternativas, ha logrado que los ejecutivos de Eurovegas hayan aceptado sopesar la adaptación de su proyecto a las limitaciones de altura que impone la proximidad del aeropuerto de El Prat. Los negociadores catalanes, por su parte, han ofrecido soterrar la autopista C-32 o construir un puente sobre el Llobregat para alcanzar Cornellà, ciudad donde no existen las limitaciones de altura de edificación que impone la servidumbre aeroportuaria. Sin embargo, la distribución de los resorts por los cuatro municipios se mantiene aún abierta.

Los portavoces de Las Vegas Sands Corporation en España contribuyen a que los responsables de la Generalitat puedan seguir trabajando sin presión. Continúan con la cantinela marcada por la firma norteamericana: Madrid y Barcelona están al 50% de posibilidades, algo que no parece demasiado creíble a juzgar por la intensidad y la elevada frecuencia de las reuniones en las últimas semanas. El hecho de que sea una compañía que cotiza en bolsa haría aconsejable el menor ruido mediático posible.

EL TRABAJO DEL LOBI / El máximo representante en Europa de la compañía que dirige Sheldon Adelson, Andrew Tottenham, y sus colaboradores, instalados en Madrid en el último mes, han viajado a Barcelona casi cada semana, muchas veces hasta dos y tres días seguidos. Han celebrado decenas de encuentros con los distintos equipos de la Generalitat que se ocupan de este asunto.

Las conselleries de Economia y Territori, bajo el paraguas de Presidència, llevan el peso de las conversaciones. A estos negociadores, entre los que están los propios consellers pero también secretarios, directores de organismos con competencias en la posible implantación de Eurovegas y gabinetes jurídicos internos y externos, se suma el lobi empresarial, en el que figuran Carles Vilarrubí, vicepresidente de la Banca Rothschild; Marc Puig, consejero delegado del grupo de perfumería, e Isak Andic, fundador de Mango, entre otros que de momento prefieren mantenerse en la sombra. Es un grupo que se incorporó al núcleo duro de las negociaciones tras la última visita de Adelson a los terrenos del delta del Llobregat, el 21 de febrero, pero que últimamente también se ha desplazado a Madrid o Las Vegas para actuar como mediadores.