ANIVERSARIO DEL ENIGMÁTICO CRIMEN DE GUERRA

Cazas nazis abatieron hace 66 años un vuelo en el que según un espía viajaba Churchill

EDWIN WINKELS
BARCELONA

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A las 11.05, hora portuguesa, un avión sale hoy de Lisboa para llegar dos horas y media después a Bristol, en el suroeste de Inglaterra. Es un vuelo comercial normal de Easyjet, pero con algunos pasajeros especiales que reviven un viaje de familiares o conocidos suyos en la misma ruta, 66 años atrás. Un vuelo trágico, el BOAC-777 del 1 de junio de 1943, en plena segunda guerra mundial. A bordo iba, entre otros, el actor Leslie Howard, famoso por sus papeles enLo que el viento se llevóyLa pimpinela escarlata. A bordo también iba, según pensaban los nazis, el primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill.

El próximo julio, en la costa gallega, en Cedeira, cerca de El Ferrol, se descubrirá un monumento en recuerdo de los cuatro tripulantes y 13 pasajeros del BOAC-777, que nunca llegó a su destino. Poco después de pasar por la costa gallega, el aparato fue alcanzado por la metralla mortífera de ocho cazas Junkers alemanes."Un crimen de guerra",dijeron los ingleses después. Un crimen jamás resuelto del todo.

¿Por qué los nazis abrieron fuego contra un avión comercial, lento e indefenso? Un error de los servicios de espionaje, es la conclusión que se maneja más, como en el libroEn busca de mi padreque en 1981 publicó Ronald, el hijo de Leslie Howard. Un accidente, fue la versión muy posterior de algunos de los pilotos alemanes, que en 1997 lo relataron en el libroVizcaya sangrienta. La historia del V Gruppe/Kampfgeschwadersobre los temidos escuadrones de la aviación alemana en el Cantábrico y Atlántico.

La historia, repleta aún de incógnitas, empieza con el estallido de la segunda guerra mundial. Al invadir Alemania la vecina Holanda un puñado de pilotos holandeses de la KLM traslada rápidamente sus aviones a Inglaterra. Los ingleses, por su parte, han cerrado los aeropuertos de Londres, igual que todas las líneas regulares con el continente excepto una: desde el recóndito aeropuerto de Whitchurch, cerca de Bristol, se vuela cada día a Lisboa. Para la mayoría de estos vuelos se utilizan las tripulaciones y aparatos de la KLM, rebautizados como BOAC, las siglas, en inglés, de la Corporación Británica de Aerolíneas de Ultramar.

Aunque tanto los hombres de Hitler como los aliados respetan la neutralidad de Portugal, el aeropuerto de Lisboa es un hervidero de espías de ambos bandos. Según la versión más plausible, uno de esos espías alemanes ve aquella mañana del 1 de junio cómo Winston Churchill pasa por delante del mostrador de la compañía alemana Lufthansa y se dirige al avión, con el nombre de Ibis, el pájaro blanco sagrado del Nilo. El agente informa de inmediato a sus superiores. Churchill, el gran enemigo, en un avión comercial para pasar desapercibido, sin cazas de escolta, a pleno luz de día. Un chollo.

La supuesta presencia de Churchill en la capital portuguesa no sorprende. Acaba de estar unos días en el norte de África, donde se ha visto con el general estadounidense Dwight Eisenhower. Un año antes, además, ya había viajado una vez en un avión comercial a Bermuda, también para no llamar la atención.

El comandante holandés Quirinus Tepas despega a las 7.35 horas del aeropuerto lisboeta de Portela. Hasta las 10.54 horas, cuando el avión acaba de pasar por Galicia y se encuentra 200 millas al norte de Cedeira, tiene contacto con la torre de control."Aquí G-AGBB",comienza su última comunicación."Nos están siguiendo aviones desconocidos... ¡Nos están atacando aviones desconocidos!"Intenta esquivar los disparos, como seis semanas antes había hecho su compañero Koene Dirk Parmentier, que logró huir de los Junkers alemanes, procedentes de la base de Burdeos. Pero esta vez, el aparato cae como una bola de fuego al mar. No hay supervivientes y una misión en barco, el día después, no halla cuerpos, aunque abate seis Junkers cuando estos también atacan al buque de guerra."En Londres creen que los cazas nazis atacaron el avión pensando que a bordo podría estar el primer ministro Winston Churchill",informaThe New York Timestres días después.

Fumador de puros

En el avión, empero, no va Churchill. A quien ve el espía en Lisboa es, seguramente, a Alfred T. Chen-

halls, un hombre bajo, regordete y que fuma puros, igual que Churchill. Según la detallada lista de pasajeros a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, Chenhalls pesa 101 kilos. Es el contable personal de Leslie Howard y algunos amigos le llama inclusoel segundo Churchill.

Otra versión dice que el propio Howard es el objetivo de los alemanes. Cuando coge el avión en Lisboa acaba de terminar una gira de un mes por España y Portugal para denunciar la invasión alemana de media Europa. Nada más estallar la guerra, Howard había regresado de Hollywood a su Inglaterra natal y se había erigido en un factor de propaganda importante para los ingleses. Según esta hipótesis sería Josef Goebbels, el responsable del aparato de propaganda nazi, quien ordenara el derribo de su enemigo.

Howard muere a los 50 años. Su hija, que ahora tiene 84 y reside en Canadá, será una de las personas que el 18 de julio asistirá al homenaje en Cedeira, Galicia, el lugar en tierra más cercano a una tumba enigmática.