Casi 1.400 presos participarán en un programa de reinserción al mercado laboral

Brindar al recluso la posibilidad de una nueva vida a partir de la reinserción laboral. Ese es el propósito que persigue el programa Reincorpora, cuya nueva edición se formalizó ayer para dar cobertura al proceso de readaptación a la sociedad de 1.360 presos de toda España que se encuentran en el tramo final de su condena.

La iniciativa se basa en un itinerario personalizado de seis a diez meses en los que el recluso desarrolla una labor centrada en tres fases: un proceso de formación teórica y práctica, la realización de un proyecto de servicio solidario vinculado a la formación y un programa de integración laboral.

El proyecto, que se renovó ayer con la firma del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y del presidente del grupo La Caixa, Isidre Fainé, cuenta con un presupuesto de 4,1 millones de euros. Desde que el plan se puso en marcha, en el 2005, ha promovido la formación y reinserción laboral de más de 12.200 reclusos y ha contado con una inversión total de 46 millones de euros.

Los integrantes de la iniciativa están en la parte final de su condena, por lo que pueden acudir a cursos de formación en oficios fuera del centro penitenciario. Incorpora se desarrolla en todas las autonomías españolas. El 90% de los reclusos que participan son hombres.

Según los datos de Instituciones Penitenciarias, en la edición del año pasado el 42% de los internos que formaron parte de Incorpora fueron contratados por una empresa, una cifra que los impulsores de la iniciativa esperan que este año alcance el 50% de los casos. En el 2013, los ámbitos de formación y contratación mayoritarios fueron los de la hostelería (con un 48% del total), seguidos del sector servicios (32%), la agricultura (14%) y otras ocupaciones relacionadas con el sector de la industria (6% del global).

INTEGRACIÓN / El plan Incorpora se fundamenta en una orientación educativa, un itinerario de inserción, unos servicios dedicados a la sociedad y una integración laboral efectiva. Una estrategia de la que también se benefician inmigrantes, desempleados de larga duración y personas que presenta alguna discapacidad, entre otras colectivos en situación de riesgo de exclusión social. Hasta el momento, ha facilitado más de 76.000 puestos de trabajo.