Carles y Quim Font: "Nuestra auténtica pasión, la de los dos, es el atletismo"

El Sónar (Festival Internacional de Música Avanzada) suele sorprender con carteles publicitarios de estética rompedora, irónica o inquietante. Y para no quedarse atrás, el festival de este año (18, 19 y 20 de junio) quiso buscar marido a las gemelas inquietantes que habían protagonizado la campaña del 2000, unas adolescentes con supuestos poderes paranormales: levitación y telequinesis. Se hizo un casting y lo ganaron los hermanos univitelinos Carles (con perilla) y Quim Font Sancho (Barcelona, 1970).

-Enhorabuena.

-Carles: Gracias. Tuvimos suerte porque se presentaron 300 parejas de gemelos, pero al final nos escogieron a nosotros.

-Quim: Quizá porque nos parecemos mucho. Con el paso del tiempo, muchos gemelos dejan de parecerse porque uno coge más peso que el otro. Nosotros, en cambio, parece que vamos a la par. Es habitual que la gente nos confunda por la calle.

-¡Pero les colocaron peluca!

-Q.: Sergi Caballero, uno de los codirectores del Sónar, tenía clarísimo que nos quería con peluca; eso me llamó la atención.

-C.: Parecemos presentadores de tele norteamericanos. La chapa que llevamos en el póster dice: «Visionarios». Leemos el futuro.

-¿Cuánto tiempo duró el rodaje?

-Q.: Dos días, un domingo y un lunes. Coincidió con la consulta del 9-N, y no pudimos ir a votar porque estuvimos ambos días de siete de la mañana a once de la noche.

-C.: Hubo que rodar muchas tomas, entre el Conservatori de la Música y en la Colonia Güell; fue allí donde celebramos nuestra boda ficticia con las gemelas.

-Las chicas dan un poco de yuyu.

-Q.: Pues son muy simpáticas. Se llaman Meritxell y Natàlia, y son de La Garriga. Ahora, 15 años después de su primera campaña, viven separadas, una en Argentina y la otra en la República Checa. Como nosotros, tampoco ninguna de las dos es modelo.

-C.: Están serias en el póster porque se meten en el papel. A nosotros nos tocó el contrario: sonreír siempre. Desde que terminamos el rodaje, las tenemos en Facebook.

-Así que nunca  hicieron publicidad.

-C.: Hace tres años, yo me presenté a una campaña que buscaba runners (corredores) para un espot del teléfono Sony Xperia, y me cogieron; apenas salgo dos segundos en el anuncio. Y nada más; nunca hemos hecho de modelos.

-¿Y a qué se dedican en la vida real?

-Q.: Yo hace 25 años que estoy en el Metro de Barcelona. Vivo en Sant Joan Despí. Los dos estamos casados y con hijos.

-C.: Y yo trabajo en el departamento de informática del Hospital de Sant Pau, vivo en Cornellà y presido el Cornellà Atlètic desde hace un par de años, un club que, por cierto, cumple este año su 50º aniversario. De hecho, nuestra gran pasión, la de los dos, es el atletismo.

-¿Antecedentes gemelares en la familia?

-C.: No. Y, mire, tampoco tenemos primos hermanos. Resulta que nuestro padre era hijo único y mi madre tuvo un solo hermano, sin descendencia.

-Como gemelos, ¿han hecho alguna trampilla? ¿Quizá cambiarse con la novia?

-Q.: No, no, con las novias, para nada. Pero una vez yo me saqué las matemáticas en junio y en septiembre las aprobé para mi hermano. Teníamos 15 años. Ha pasado tanto tiempo que puede contarse, ¿no?

-¿Cuál es el máximo periodo de tiempo que han pasado separados?

-Q.: En vacaciones. Cada uno las pasa por separado con su familia.

-C.: La verdad es que nos vemos a diario, sobre todo desde que empezamos a entrenar duro. Hacemos de todo: maratones, carreras de montaña, competiciones en pista. Nos encanta correr y nos encanta el ambiente, muy diferente al del fútbol.