Cárceles de simpapeles

Losinquilinosde los centros de internamiento de extranjeros (CIE) no llegan allí por haber cometido ningún delito, son simpapeles que han entrado de forma irregular en España, pero reciben el trato que se otorga a los delincuentes: duermen en celdas y no pueden irse por decisión propia. Algunos de ellos y algunas entidades sociales sostienen que, además, son maltratados. Que incluso los llevan esposados en los traslados. La enorme opacidad de estas instituciones hace que confirmar estas denuncias de forma independiente sea muy difícil.

El viernes pasado, Idrissa Diallo, de 21 años, de Guinea Conakry, murió de un infarto en el CIE de la Zona Franca. Según algunas versiones, no fue atendido a tiempo. La muerte, dice la autopsia, fue por causas naturales. Las peticiones de que el centro sea clausurado arreciaron.

ORDEN MINISTERIAL/ Hay nueve CIE en España, que suman más de 2.500 plazas, y son gestionados por la Comisaría General de Extranjería. Nacieron en 1999 mediante una orden ministerial, con Francisco Álvarez Cascos como titular de Interior. Antes había centros similares, aunque el conflicto era mucho menor.

Estar en situación irregular no es delito, sino una falta administrativa penada con una multa de 500 euros. Los CIE, en principio, son lugares en los que el extranjero, enviado por un juez de instrucción, aguarda a que se complete el proceso legal que le devolverá a su país. La estancia límite era, inicialmente, de 40 días. Luego se amplió a 60. Si en ese periodo no hay resolución del caso -porque el interno acredita posibilidad de legalizarse, porque no hay convenio entre España y el país de origen que permita el retorno, o porque no se han concretado a tiempo los trámites- el afectado queda en libertad.

El problema, según las entidades sociales, es que apenas se sabe lo que sucede dentro de los CIE, solo que abundan las denuncias de maltrato. Hace dos meses, algunas entidades visitaron el centro de la Zona Franca. «Lo logramos por primera vez en la historia», diceJose Peñín, portavoz de SOS Racisme. «No nos dijeron cuánta gente había, pero estaba a tope. Mientras no cierren, los CIE deben mejorar su situación. Su mera existencia vulnera la legalidad», afirma.

«PEOR QUE UNA CÁRCEL» Igual o más contundente esJavier Bonomi, presidente de la Federación de Entidades Latinoamericanas de Catalunya: «Los CIE son mucho peores que una cárcel, allí no existen las garantías que hay en prisión». El responsable de inmigración de CCOO,Ghassan Saliba, reclama que a los CIE solo se envíe a los inmigrantes que han cometido delitos y que van a ser expulsados. Actualmente, allí convive gente que no ha delinquido con gente que sí lo ha hecho, un motivo añadido de inquietud para muchos.

Es habitual oír referirse a los CIE como «un limbo legal». Por ejemplo, el Síndic de Greuges,Rafael Ribó, que hace años que intenta entrar en el de Barcelona: «No hay normativa que lo regule».Ribóno logró que el exdelegado del Gobierno en Catalunya,Joan Rangel, le dejara entrar.Rangel se excusó a este diario en que como exdelegado no hace declaraciones.

Peñín, comoSaliba, subraya que no hay reglamento que rija el funcionamento de estas sedes, aunque debería existir, con lo cual son los directores quienes deciden cómo funcionan las cosas. El secretario general del Sindicato Unificado de la Policía,José Manuel Sánchez Fornet, critica los CIE y agrega que para los policías no son un destino agradable: «Son una zona oscura en el Estado de derecho. Hay que replantearlos. Además, los policías no están formados como funcionarios de prisiones».

SILENCIO POLÍTICO/ Este diario no logró, en los últimos dos días, que las administraciones entraran en el debate sobre la calidad del trato que se da a los internos de los CIE y a si existen alternativas a estos. La paradoja es un punto sonrojante: integrantes del PSOE arguyeron que ellos ya no están en el Gobierno y que el asunto ya no les compete. Miembros del PP subrayaron que apenas han llegado y que no están en condiciones de entrar en una cuestión que hasta ahora gestionaban sus adversarios.

Por ello, no es posible tener datos que desmientan la denuncia de que hay redadas selectivas en Barcelona. Que se suele detener a los extranjeros de piel oscura. Que apenas se detiene a mujeres por ser el CIE de Zona Franca exclusivo para hombres, y que solo pasan por allí algunas prostitutas foráneas en situación irregular antes de enviarlas a otros centros.

Tampoco se puede confirmar si es cierto que algunas redadas se orientan por nacionalidades, para llenar un avión con un destino elegido.

Videocomentario deToni Sustenhttp://www.e-periodico.es