Gente corriente

Alexandre Español: "El universo nos muestra lo insignificante del ser"

Entre viñas o huertos, con música o en la calma nocturna, el puntero láser de este divulgador de los astros apunta al cielo

«El universo nos muestra lo insignificante del ser»_MEDIA_1

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CARME ESCALES

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Cuando en ciudades y pueblos muchas luces se han apagado ya, en algún lugar en el campo o en la montaña un haz de luz señala una estrella. El firmamento es un libro que no se abre hasta que no se conoce a cada astro por su nombre. Divulgadores astronómicos como Alexandre Español (Montblanc, 1976) ayudan a nombrarlos acompañando su localización de historias que abren ese libro.

-¿Cuál es su noche perfecta?

-Aquella en la que consigo impregnar a las personas que vienen a disfrutar de la observación de la magia del universo.

-¿Qué suele sorprender más a su público?

-El primer «ohhhhh» siempre surge cuando con el puntero láser marco una estrella. También cuando miran por primera vez a través del telescopio y ven, por ejemplo, el planeta Saturno y sus anillos. Pero una cosa que sorprende mucho a la gente es saber que la estrella polar de aquí a unos centenares de años dejará de marcarnos el norte. Del mismo modo que, en estos momentos, probablemente la constelación que determina nuestro signo del zodiaco sea la que precede a la que toda la vida hemos creído tener.

-Eso enlaza directamente con la teoría de la relatividad. Somos lo que somos o lo que creemos ser, y hasta cierto punto...

-Si algo me ha enseñado observar la inmensidad del universo es que nos muestra lo insignificante del ser, que todo tiene una medida o importancia relativa en función de aquello con lo que lo compares. Eso, aplicado a la especie humana y a la Tierra nos debería ayudar a ser más humildes y a relacionarnos de manera más consciente y amorosa con el planeta que nos acoge.

-Volviendo al horóscopo, ¿de verdad hay que leer a partir de ahora el signo anterior al del que nos habíamos apropiado ya?

-Los expertos en astrología ya lo tienen en cuenta. El cambio viene determinado por el movimiento de precesión de la Tierra, una rotación en la que se inclina su eje de forma circular y que tarda en realizar unos 26 millones de años. Por el tiempo que hace que los griegos definieron el espacio de doce sectores del cielo correspondientes a las constelaciones, yo, que nací el 3 de octubre, que toda la vida había creído que era libra, por esa variación del eje de inclinación de la Tierra el que me corresponde en realidad actualmente es virgo.

-¿Qué otras cosas sorprendentes ha descubierto personalmente en el cielo?

-Algo muy potente para mí es la capacidad de las estrellas para crear vida. Ellas están formadas de hidrógeno y, al final de su existencia, liberan al universo todos los elementos que nos permiten vivir a los humanos. Somos polvo de estrellas. También me sorprendió mucho la primera vez que vi la sombra de Ganímedes, que es una de las lunas de Júpiter, sobre su superficie.

-¿Tiene algún elemento preferido?

-Me gusta mucho la galaxia de Andrómeda, en forma de espiral. Se puede observar muy bien las noches de otoño. Es el objeto más alejado de la Tierra -a 25 millones de años luz- que se puede ver sin telescopio.

-Alexandre Bonanit es su nombre artístico y el título de una canción que le ha dedicado el grupo 2 Princeses Barbudes. Usted marida música, cenas y gintónics con los astros. ¿Dónde lo hace?

-Por toda Catalunya. Desde la Associació Bocafoscant, de la que soy miembro, divulgamos los valores ambientales, astronómicos y artísticos con estas combinaciones. También hacemos catas de vino y sesiones de cuentos en un planetario inflable para niños. (www.bocafoscant.blogspot.com).

-¿Combina todo eso con otro trabajo?

-Soy técnico especialista en explotaciones forestales. Guío salidas a la naturaleza y talleres de plantas aromáticas y medicinales. Y en verano soy vigilante forestal para Bombers de la Generalitat.