SEMANA HISTÓRICA PARA UNA INFRAESTRUCTURA CONTROVERTIDA

El agua llena por fin los casi 85 kilómetros del Segarra-Garrigues

Dos vecinos de la zona contemplan el paso del agua por el Segarra-Garrigues, cerca de Les Borges, ayer.

Dos vecinos de la zona contemplan el paso del agua por el Segarra-Garrigues, cerca de Les Borges, ayer.

LAURA BIELA / LLEIDA

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Por primera vez, tras 23 años de obras, el agua del río Segre ha llegado a la localidad de L'Albagés. Lo ha hecho posible la finalización del cuarto tramo del canal Segarra-Garrigues, el último que quedaba pendiente de los cinco segmentos en que se ha troceado el eje principal de esta infraestructura hidráulica. Con ello, el Gobierno central da por terminada la construcción de los casi 85 kilómetros que unen el pantano de Rialb, en la Noguera, con la presa de L'Albagés, ya en la comarca de Les Garrigues y que previsiblemente estará acabada en el 2017.

Algunos vecinos se acercaron la misma tarde a tocar el agua que tanto tiempo llevan reclamando, aunque muchos de ellos consideran que sus necesidades no han quedado todavía cubiertas. Para que este agua llegue a sus fincas tendrán que esperar. «La primera localidad de la zona que podrá regar será Castelldans, aunque eso ya será en marzo del 2016», apunta el presidente de la comunidad de regantes del Segarra-Garrigues, Josep Maria Jové. El pueblo tiene todavía que terminar la red de riego que lleva el agua desde el canal hasta los terrenos agrícolas del municipio.

El resto de poblaciones, como El Soleràs, Granyena de les Garrigues y El Cogul, deberán tener un poco más de paciencia. No verán llegar el agua a las fincas hasta que esté construida la presa de L'Albagés y el sistema de riego llegue a sus parcelas, una obra que ha de ejecutar la Generalitat.

CONFRONTACIÓN

Hay quien ve con buenos ojos este proyecto. Es el caso del alcalde de Castelldans y presidente de la comunidad de regantes número 13 del canal, Conrad Llovera, que considera que la llegada del agua a L'Albagés «supondrá un cambio en positivo para la gente de la comarca». En el caso de esta localidad, que reivindica la llegada del agua desde el siglo XVIII, está previsto que en agosto del próximo año el canal riegue ya 1.500 hectáreas.

Para otros, no es oro todo lo que reluce. Raúl Flix es uno de los agricultores que tendrán que esperar varios años para que el agua llegue a sus terrenos, ubicados en El Soleràs. Aunque este payés considere un avance que se haya finalizado el canal, también ve que las obras «llegan tarde». Tampoco entiende por qué no se realizan de forma simultánea. «Lo que tendría que hacer ahora la Generalitat es habilitar el riego en la zona, mientras el Gobierno central construye la presa de L'Albagés. Así, cuando finalicen las obras se podrá comenzar a regar», clama.

Otras voces insinúan que esta demora de la Generalitat a la hora de terminar la red secundaria del canal (adjudicada en el 2002 por más de 1.100 millones de euros) también podría obedecer a su intención de cambiar los usos de la infraestructura, de manera que, si finalmente no hay demanda suficiente de agua para riego agrícola, el caudal que llega del Segre se destine a un posible trasvase a Barcelona, señalan los más reticentes.

Con todo, de momento, el Ministerio de Agricultura, que es el que ha construido el eje principal, seguirá durante el próximo septiembre con las pruebas de llenado y con la comprobación operativa de funcionamiento del canal. El objetivo es conseguir que puedan estar ya operativas para la próxima campaña agraria. Esta obra, con una inversión de 445 millones de euros, fue inicialmente concebida para la transformación en regadío de 70.150 hectáreas en la provincia de Lleida.