Presidente institucional, un 'número 3' ejecutivo

Fumata blanca pasadaas las tres de la mañana. La ponencia organizativa del congreso fundacional de la ‘nueva Convergència’ ha aprobado finalmente el régimen de incompatibilidades que regirá la fuerza. El acuerdo abre la puerta a que Jordi Turull se convierta en el nuevo número 3 del partido, llamado en esta etapa coordinador general y que hasta hace pocos años se conocía como secretaría general.

Horas antes , la ponencia había aprobado la creación de un tándem presidencial, de acuerdo con la propuesta de Artur Mas, formado por un presidente y un vicepresidente, siendo uno de ellos del género contrario al otro. Eso sí, el tándem no tendrá funciones ejecutivas, sino simplemente institucionales y de representación. Un rasguño en lo pretendido por Artur Mas que quería que el tándem ejerciera funciones de coordinación.

Eso sí, el régimen de incompatibilidades no afectará en nada a Neus Munté y sus aspiraciones de ser vicepresidenta del partido y, a la vez, mantener la ‘conselleria’ de Presidència.

El caso de Turull, el elegido por la actual dirección para llevar las riendas del nuevo partido, todo es mucho más ambiguo. Puede ser el número 3 y, a la vez, el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí siempre que tenga “dedicación preferente” en la ‘nueva CDC’.

Eso abre la puerta a una gran paradoja: el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí, una coalición extraordinaria (por lo excepcional) montada para conseguir un objetivo colosal como es la independencia puede dedicarse “preferentemente” a otra cosa. Raro.

En cuanto a los otros 11 miembros de la dirección, estos podrán ser diputados, si su dedicación prioritaria es el partido, y alcaldes si su municipio no supera los 100.000 habitantes.