CRISIS EN EL PRINCIPAL PARTIDO DE LA OPOSICIÓN

Sánchez destituye a Gómez y aumenta la inestabilidad del PSOE

Tomás Gómez, arropado por dirigentes del PSM, ayer en Madrid.

Tomás Gómez, arropado por dirigentes del PSM, ayer en Madrid.

JUAN RUIZ SIERRA MADRID

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Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, dio ayer un golpe en la mesa de consecuencias imprevisibles. Destituyó por sorpresa a Tomás Gómez como líder de los socialistas madrileños, y con él a la cúpula de la federación, zanjando otro capítulo de la larga serie de conflictos entre el principal partido de la oposición y su rama en la capital, que será gobernada por una gestora. La medida suscitó perplejidad, o al menos dudas, en parte del PSOE, incluyendo a muchos barones. Pero la mayoría se puso de perfil y ninguno se rebeló abiertamente. Solo Gómez. Rodeado de militantes, llamó a Sánchez «antidemocrático», «débil» y cómplice de la «derecha». En pleno desafío, anunció que lucharía por anular su cese. Primero, en los órganos del partido. Después, en los tribunales.

La idoneidad de Gómez como candidato llevaba tiempo en cuestión. Los socialistas madrileños estaban divididos, algo habitual desde hace años, pero además se cernían sobre él presuntos trapos sucios. En una comunidad donde el PSOE corre el peligro de acabar como tercera fuerza por detrás del PP y Podemos, su tirón electoral era escaso.

La dirección socialista le había dado vueltas al conflicto durante meses, pero hasta ahora no lo había abordado en serio. La cúpula llegó a pedir a varios líderes territoriales que intercedieran para que se fuera por su propio pie, pero al final desactivó la operación. Gómez ya había sido proclamado aspirante a la Comunidad de Madrid, y antes de eso había apoyado a Sánchez en su carrera por el liderazgo, gesto por el que el secretario general le recompensó con un puesto en la ejecutiva.

Todo eso cambió ayer. Tras una comisión permanente en la que el asunto no formaba parte del orden del día, el secretario de organización, César Luena, dijo que la carrera de Gómez había llegado a su fin. El número dos citó el tranvía de Parla (localidad en la que el destituido fue alcalde), que está siendo investigado por un sobrecoste de 41 millones de euros. Citó la Púnica, una operación en la que ha sido detenido el sustituto de Gómez en Parla. Y citó las «dificultades orgánicas» en varios municipios madrileños. «La suspensión de actividad del PSM», dijo Luena, obedece al «deterioro de su imagen» y a que «carece de estabilidad para afrontar los comicios».

El momento

Apenas quedan 100 días para las autonómicas y el PSOE tendrá que designar a la carrera a un nuevo candidato para una federación madrileña bajo conmoción. La cuestión es por qué Sánchez ha cesado a Gómez ahora. Ni siquiera en la comisión permanente, donde en principio están los más fieles al secretario general, la iniciativa contó con un respaldo absoluto. La criticaron Carme Chacón y los miembros de este organismo que forman parte del PSM. Ningún dirigente andaluz estuvo presente en el encuentro. La gestión de la crisis suscita en los barones interrogantes, cuando no críticas, y la impresión general es que Sánchez puede haber contribuido a dañar más su autoridad en un momento en el que se cierne sobre él la posibilidad de que Susana Díaz, presidenta de Andalucía, intente convertirse en la candidata a las generales tras las elecciones en su comunidad el 22 de marzo.

Dos barones, el aragonés Javier Lambán y el castellano-leonés Luis Tudanca, defendieron al secretario general. Otros dos de territorios más importantes para el PSOE tomaron distancia. La propia Díaz explicó que le faltaba «información» para valorar la medida, con lo cual vino a decir que no había sido consultada. El valenciano Ximo Puig señaló: «Todo lo que pasa acaba evaluándose».

«Sin entrar en si Gómez era buen candidato, la manera de gestionarlo no ha sido la mejor -dijo un importante dirigente que pidió anonimato-. En primer lugar, tengo dudas de que se pueda disolver una federación en una comisión permanente y nombrar una gestora cuando no hay un conflicto claro. Después, ¿por qué no lo han hecho antes, intentando convencer a Gómez? Y si tienen información de que hay papeles que lo pueden implicar penalmente, ¿por qué no se sientan con él y se lo dicen?»

No imputado

Gómez dijo tener  claro el porqué de su cese. Flanqueado por dirigentes y militantes del PSM (entre ellos el candidato a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, que ahora queda en una posición muy incómoda), explicó entre aplausos que Sánchez, «en la debilidad de su liderazgo», se «había subido al caballo de la derecha». También recordó que no estaba imputado y cargó la responsabilidad del tranvía de Parla sobre el PP, que controlaba el Consorcio de Transportes de Madrid. Los conservadores niegan estas acusaciones. «En el PSOE manda Pedro Sánchez», había dicho Luena poco antes. Para Gómez, en cambio, «esto no se ha acabado».