Relevo en la Corona

El Rey deja el protagonismo a Felipe en la proclamación

PILAR SANTOS / MAYKA NAVARRO
MADRID

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El 2 de junio, cuando el rey Juan Carlos comunicó sus razones para abdicar, dijo que había decidido dejar paso a una nueva generación, «con nuevas energías», para que emprendiera «las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando» y afrontara «los desafíos del mañana». Entre esos retos, Felipe VI tiene el de regenerar la monarquía como institución, tras un lustro aciago en el que la investigación judicial de la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, y los errores del todavía Monarca han dilapidado el prestigio conquistado en la transición y en las primeras décadas de democracia.

Ante esta realidad, Juan Carlos ha decidido dejar «el máximo protagonismo» a su hijo, Felipe VI, desde el primer día completo de su reinado, el 19 de junio, y no acudirá a la proclamación en el Congreso. Así lo dijo ayer un portavoz de la Zarzuela, que añadió que tampoco estará allí Cristina, actualmente imputada y apartada de la agenda institucional desde finales del 2011, tras el estallido del caso Nóos.

La jefatura del Estado dio algunos datos más de los actos previstos para los próximos miércoles y jueves. El miércoles, el actual Monarca sancionará la ley de abdicación. A partir de ese momento, con la publicación casi de forma simultánea en el Boletín Oficial del Estado, dejará de ser Rey y perderá la inviolabilidad, un asunto que el Gobierno quiere resolver en los próximos días. La Zarzuela ya ha dicho que cree «razonable» que se le dé el aforamiento del que gozan 2.500 políticos en España. Además, el Consejo de Ministros de hoy decidirá el tratamiento que se dará a Juan Carlos a partir de ahora.

El acto del miércoles discurrirá en el Salón de Columnas del Palacio Real y lo presenciarán 150 invitados institucionales, además de la reina Sofía, Felipe, Letizia, Mariano Rajoy y  Alberto Ruiz Gallardón.

RECORRIDOS POR LAS CALLES / Al día siguiente, en la Zarzuela, a las 9.30 horas, Juan Carlos impondrá el fajín de capitán general a Felipe VI. Media hora después, los nuevos Reyes, la princesa Leonor y su hermana, Sofía, partirán hacia el Congreso.

El Ministerio del Interior blindará Madrid por aire y por tierra durante todo el día. El relevo en la jefatura del Estado hará que se eleve el nivel de alerta terrorista de dos a tres, que se restrinja el uso del espacio aéreo y se bloqueen los accesos a la capital (la Zarzuela está al norte, en las afueras de la ciudad).

Tras ese primer recorrido en coche, a su llegada a la Carrera de San Jerónimo, el Rey, vestido con uniforme de gala del Ejército de Tierra, recibirá honores de los tres ejércitos. Dentro del hemiciclo, durante la proclamación, estarán su esposa, sus hijas, su madre, su hermana Elena e incluso sus tías Pilar y Margarita. Una foto que dejará patente la ausencia de Juan Carlos y su hija Cristina. Felipe pronunciará su primer discurso como Rey y al acabar presidirá un desfile frente al Congreso.

SALUDO DE JUAN CARLOS EN EL REAL / Después, otro recorrido en vehículo por las calles de Madrid acabará en el Palacio Real, donde se espera que los Reyes, sus hijas y también Sofía y Juan Carlos salgan a saludar al balcón. La mañana acabará con una recepción en los salones del palacio.

La seguridad en una jornada así es clave. En los informes que elaboran los diferentes servicios de inteligencia no aparece nada que haga sospechar que España puede ser objetivo de ataques. Pero hay un elemento que preocupa: el terrorismo anarquista. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, explicó que ese terrorismo de baja intensidad se ha «instalado en España» y teme que pueda aprovechar la repercusión internacional para atentar. Las fuerzas de seguridad también estarán muy pendientes de los ciberdelitos (ataques a algún sistema informático de infraestructuras básicas como transporte público o el aeropuerto).