La República llena plazas

Pese a la obligada improvisación, directamente proporcional a la sorpresa causada por la abdicación del Rey, el clamor republicano llenó las principales plazas de España. Por encima de todas, la Puerta del Sol, donde los colores de la bandera republicana ondearon con la esperanza de que esta fecha fuera el kilómetro cero del adiós a la monarquía. 10.000  personas, según la policía, colapsaron la plaza como no se recordaba en Madrid desde el 15-M y exigieron a gritos «referendo», coreando «España, mañana, será republicana» y «los borbones, a las elecciones». Fue una concentración pacífica y controlada por un amplio despliegue de agentes antidisturbios. El colapso fue tan multitudinario que cientos de personas tuvieron que resignarse con parar en las calles adyacentes porque el acceso a Sol era imposible. En Barcelona, unas 5.000 personas se concentraron en la plaza de Catalunya, llenándola, pero sin alterarar el tráfico de las calles adyacentes. Más que una concentración reivindicativa pareció más una multitudinaria reunión a la salida del trabajo, con miles de corrillos y pocos cánticos. En Girona fueron más de mil las personas que salieron a la calle.

Los republicanos independentistas fueron mayoría, a tenor del número de estelades que se pudieron ver. Aunque las tricolores también contaron con una amplia representación. Los secesionistas (que abogan por la República catalana) ocuparon el extremo norte de la plaza y, de ahí, hacia el centro. Los republicanos estilo años 30 del siglo pasado (que reclamaban la Tercera República) corearon en cuentagotas cosas como «España mañana será republicana [como en Sol] y si es lista, socialista», amén de pancartas ya otras veces vistas tipo Borbón y cuenta nueva. Hubo incluso quien, en grupo, se atrevió con algunos de los greatest hits de la Segunda República, como las anarquistas A las barricadas y En la plaza de mi pueblo.

Propuesta de referendo

En el ámbito político, distintos partidos de la izquierda y movimientos sociales respondieron de inmediato a la decisión del Rey exigiendo acabar con la monarquía. Izquierda Unida, Equo y Podemos (todos ampliamente representados en Sol) propusieron celebrar un referendo sobre esta institución. El argumento es que la soberanía reside en el pueblo y este debe poder decidir. Una de las frases que más se repitió ayer en estos sectores políticos en las redes sociales fue Felipe, no serás Rey. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, exigió al PSOE que sea « valiente» y no apoye en las Cortes la ley orgánica que formalizará la abdicación del Monarca.

Los dos principales sindicatos, UGT y CCOO, elogiaron el papel del Rey pero se pronunciaron a favor de aprovechar la oportunidad para emprender una reforma de la Constitución en profundidad y que el modelo de Estado sea sometido a referendo.

En Catalunya, ERC, ICV-EUiA, la CUP y otras organizaciones como Procés Constituent se sumaron a la convocatoria de concentraciones en favor de la república. Esquerra vinculó las protestas contra el Rey con el proceso soberanista catalán. La coordinadora nacional de Iniciativa-Verds, Dolors Camats (que estuvo presente en la manifestación, como su correligionario Joan Herrera y Oriol Amorós, de ERC), resumió el punto de vista de su partido con una frase: «No nos vale cambiar un rey por otro».

«Del mismo modo que los catalanes piden un referendo para decidir su futuro, es necesario que se consulte a la ciudadanía sobre el Estado que quieren», añadió. El diputado de la CUP David Fernàndez también participó en la concentración en la plaza de Catalunya de Barcelona y tuiteó: «Ni padre ni hijo».