El PNV planteará el acercamiento de presos de ETA en la negociación con Rajoy

El lendakari, Iñigo Urkullu, ha avanzado este lunes que el PNV planteará la política penitenciaria y el acercamiento de los presos de ETA a Euskadi en las negociaciones sobre la investidura de Mariano Rajoy. Aunque no lo ha fijado como condición sine qua non para apoyar al líder del PP, el presidente vasco ha asegurado que estas reivindicaciones forman parte de la llamada "agenda vasca", con la que los peneuvistas pretender acudir a Madrid a negociar con los populares. Una agenda que también incluye transferir al País Vasco la gestión penitenciaria.

En una conferencia en los cursos de verano de la Universidad Complutense, en San Lorenzo de El Escorial (Madrid), Urkullu ha alertado del lento avance del proceso de desarme y del "envejecimiento rápido" de la reivindicación de la paz, por lo que ha instado a ETA a que en un año entregue las armas completamente y de modo verificable. También ha pedido al Gobierno que cambie la política penitenciaria, que se la transfiera a Euskadi y que asuma el acercamiento de los reclusos.

A juicio del lendakari, pasadas las elecciones de diciembre y tras seis meses de bloqueo, cabía pensar que después del 26-J el desatasco se agilizaría, pero ha visto que no ha cambiado nada y que los partidos siguen "en sus vetos y líneas rojas". El dirigente peneuvista se ha limitado a pedir que las próximas elecciones vascas de otoño, aún sin fecha fijada, al menos se desarrollen en un contexto político y social en Madrid "más estable que el de ahora".

DESARME EN UN AÑO

Antes Urkullu había hecho otra petición de alcance: el desarme definitivo de ETA en un año bajo un proceso de verificación, que no necesariamente tiene que asumir el Gobierno vasco, sino la administración o el agente internacional que sea menester, con tal de completar la desaparición de ETA de la realidad vasca.

Tal como ha recordado, la banda terrorista anunció de modo unilateral el fin de sus acciones violentas y, a pesar de esa unilateralidad y de que el anuncio se oficializaba tardíamente, Urkullu ha considerado que se trataba de una resolución "imprescindible".

Desde entonces, ha dicho, ni ETA ni el Gobierno español "han dado los pasos que cabía esperar", lo que no obstante no ha ralentizado la actuación del Ejecutivo vasco durante los últimos cuatro años; de ahí, la apuesta y el despliegue del Plan de Paz y Convivencia.