Meritxell Batet: "Donde no está Pablo Iglesias conseguimos cerrar acuerdos"

¿Qué les diría a los que la acusan de ser una paracaidistaPues que se equivocan totalmente. No me siento así en absoluto, más bien al contrario: me vieron como paracaidista en Madrid porque Barcelona es mi ciudad. He sido diputada por Barcelona todas las legislaturas menos la última, en la que se quiso poner un acento catalán en la lista de Madrid, que buscaba que se sintieran reconocidos todos los territorios.

Tiene el reto de remontar los peores resultados de la historia del PSC. ¿Cuál es su receta para lograrlo? Mucha sinceridad, mucha honestidad, creer firmemente en nuestro proyecto, el mejor, el más viable y que además es muy ilusionante. Hacer que Catalunya vuelva a ser grande, estas ganas de cambiar España, vocación del catalanismo clásico. El PSOE dice desde hace tiempo que hay un problema político y que hay que buscar soluciones. Y esta es la receta principal.

¿La reforma federal es la mejor oferta que podrá tener Catalunya? De momento es la única oferta, la única solución política la dan los socialistas. Y eso pasa por profundizar en el Estado federal, tocar competencias y Senado, mejorar autogobierno... Cuando el PSOE habla de organización territorial del Estado implica reconocer una crisis territorial, el problema del encaje de Catalunya en España. El problema del PP es que ni siquiera reconoce que hay un problema político. Ante un problema político hay que dar una solución política y no judicial, que es lo que nos ofrece el PP. Pedro Sánchez ofrece un pacto político con Catalunya. 

¿Cuál es exactamente la propuesta de acuerdo bilateralQue hay que clarificar el reparto de competencias, reconocer competencias exclusivas de Catalunya (muchas pueden estar en el Estatut pero no tienen reflejo en la Constitución) y principios en los modelos de financiación que se negocien. Nosotros tenemos nuestra propuesta de pacto fiscal federal. Se necesita reconocer la singularidad de Catalunya respecto a los derechos históricos y que se configure un Senado donde las voces de los distintos territorios puedan tener un protagonismo para contribuir de forma decisiva al cogobierno. 

¿Hay que acabar con el 'café para todos'?¿Hacer entender que igualdad no es lo mismo que homogeneidad? Nosotros no renunciamos a la igualdad porque es una de las razones de ser de cualquier partido socialdemócrata. Pero igualdad no quiere decir homogeneidad ni uniformidad. Puede haber diferencias, de hecho ya hay diferencias. Y eso no quiere decir trato desigual, que tengan más privilegios. Nosotros pensamos que la diversidad de España es una virtud, no un problema o un lío, como le gusta decir a Mariano RajoyMariano Rajoy. Para nosotros es todo lo contrario. Lo que queremos es que todos estos acentos sean protagonistas.

Usted estuvo en las negociaciones tras el 20-D. ¿Fue el referéndum realmente el escollo, como algunos han presentado? En las negociaciones

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con Podemos, que fueron muy breves porque no quisieron sentarse práticamente a la mesa, no hablamos de contenidos. Ellos básicamente pusieron sobre la mesa el reparto de sillas. Ese fue el verdadero escollo, que Podemos no tenía una voluntad sincera de llegar a un acuerdo. Este es el resumen. Y la prueba de que las políticas no fueron el problema es que cuando Compromís hizo la oferta de acuerdo de 30 puntos nosotros aceptábamos 27 sin tocar ni una coma. Y en tres introducíamos tres matices. Los contenidos, las políticas, los motivos para gobernar, las emergencias que se querían atender no eran el problema.

¿El problema era Pablo Iglesias? Constato que donde no está Pablo Iglesias somos capaces de llegar a acuerdos, tanto en ayuntamientos como comunidades autónomas. El PSOE no ha fallado en el cambio donde ha sido posible. Barcelona es un ejemplo claro pero también València, Zaragoza o incluso en Madrid, sin pedir nada a cambio porque creíamos que era posible un cambio en esas ciudades en la mayoría de las cuales había gobernado el PP. Eso se podría haber hecho en el Gobierno, y ahora tendríamos un presidente socialista. Podríamos haber aprobado el ingreso mínimo vital, el decreto de pobreza energética, becas para los jóvenes que están dejando la universidad porque sus padres no se lo pueden pagar... Todo esto podría ser realidad hoy y lo que tenemos es Rajoy. Y ha sido una decisión del señor Iglesias, que votó dos veces en contra de la investidura de un Gobierno socialsta.

¿Será posible este Gobierno a la barcelonesaPodemos tiene que reflexionar cómo quiere utilizar su capital de votos. Los cinco millones que logró el 20-D sirvieron para mantener a Rajoy en la Moncloa. Se tiene que plantear si a partir del 26J sus votos sirven para hacer a Pedro Sánchez presidente o si de nuevo vuelve a fallar al cambio de políticas y de concepción política que están esperando los ciudadanos.

Si Podemos les supera, ¿harían presidente a Iglesias? Eso no pasará. El PSOE no quedará por detrás de Podemos. El PSOE sale a ganar

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las elecciones. La mejor garantía para que se produzca un cambio de Gobierno es que el PSOE gane las elecciones. Si una inmensa mayoría de ciudadanos quiere que Rajoy deje de ser presidente se tienen que preguntar a quién ven como presidente. Pedro Sánchez es la única alternativa factible.

¿Está solo en juego el próximo Gobierno o tambien la hegemonía de la izquierda española en la próxima década? Están en juego muchas cosas. España se enfrenta a grandes retos que requieren respuesta fuerte y simultánea: la crisis económica, social e institucional. La izquierda tiene que estar liderada por los partidos que transformen la realidad. Está muy bien indignarse, nosotros nos indignamos como los que más ante la injusticia social, pero luego esta indignación hay que saber canalizarla en propuestas concretas. Y eso solo lo hacen los partidos socialdemócratas.