Dos centenares de personas y cargos de PDECat y otros partidos arropan a Homs

Un hombre muestra una bandera de España en la concentración de apoyo a Homs en Madrid.

Un hombre muestra una bandera de España en la concentración de apoyo a Homs en Madrid. / periodico

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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De forma más infinitamente contenida que cuando Artur Mas y las 'exconselleres' Joana Ortega e Irene Rigau fueron juzgados ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) por el 9-N, unas 200 personas y representantes del Govern, de diversos partidos políticos y de entidades soberanistas arroparon este lunes a Francesc Homs en su declaración ante el Tribunal SupremoTribunal Supremo por los presuntos delitos de prevaricación y desobediencia durante el proceso participativo.

Siguiendo la estela de aquel gesto de fortaleza del independentismo, la concentración arrancó una hora antes de la citación en el Supremo -es decir, a las nueve de la mañana- y en torno a un kilómetro de distancia para que la comitiva pudiera exhibirse, fotografiarse y proferir gritos a favor de la independencia y del referéndum por algunas de las principales vías de Madrid.

De hecho, desde la plaza del Rey, donde la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI) convocaron la marcha, hasta el Supremo, la comitiva dio un pequeño rodeo para discurrir por vías principales, como la plaza de la Cibeles.

UNA URNA GIGANTE

Al inicio de la marcha los concentrados, que se desplazaron en varios autobuses desde distintas partes de Catalunya, posaron ante una urna gigante. Homs llegó a este enclave ya acompañado por decenas de cargos, entre ellos Mas, el mayor foco de atención. También iban 'consellers' como Neus Munté o Raül Romeva y miembros de Junts pel Sí como Jordi Turull o Lluís Llach. Con ellos se fundieron representantes de ERC (Joan Tardà o Gabriel Rufián), el PNV y EH Bildu y algún diputado de Podemos y Compromís, así como los presidentes de las tres entidades independentistas, Jordi Sànchez (ANC), Jordi Cuixart (Òmnium) y Neus Lloveras (AMI).

Todos se mostraron en contra de la "judicialización del proceso" y a favor de que Catalunya "pueda expresarse en las urnas". Y Mas, hasta en canutazos distintos ante la prensa debido al gran volumen de medios de comunicación, cargó contra los "juicios políticos", las “grietas de la democracia” y recordó la operación Catalunya.

ESCASOS CHOQUES

Durante el recorrido, una escasa media docena de personas con banderas españolas o carteles en contra de las comunidades autónomas profirieron gritos a favor de la unidad del país. El momento más tenso tuvo lugar cuando los gritos de "viva a España" sonaron mientras se hacía la foto de familia ante la gran urna. Los concentrados intentaron acallarlos al grito de "queremos votar" o entonando 'Els segadors', pero evitaron el choque directo a petición de los organizadores.

También la policía contribuyó a no avivar la tensión. En varias ocasiones apartó a ciudadanos que al paso de la comitiva expresaron su rechazo. "No puedo gritar 'viva España', esto es increíble", contestaba uno de ellos a los agentes. "Son ellos los que tienen que ir a la cárcel, no yo", razonaba.

Esta vez, y no como sucedió a primeros de febrero en el juicio de Mas, Homs entró puntual al Supremo. Mientras él declaraba, el PP, C’s o el PSOE pedían al 'exconseller' de Presidència que asuma las consecuencias de desobedecer al Tribunal Constitucional.