REPERCUSIONES DE LA OPERACIÓN JUDAS

Fernández Díaz exigirá disculpas al Govern si el juez archiva el soplo

ANTONIO BAQUERO / MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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El Ministerio del Interior continúa con su defensa cerrada de los agentes de la Policía Nacional que presuntamente alertaron a una célula de yihadistas de Terrassa de que estaban siendo investigadosyihadistasTerrassa por los Mossos d'Esquadra. Ayer, precisamente en Mataró, la ciudad en que residían los musulmanes conversos que fueron enviados por los policías para hablar con los presuntos yihadistas, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, siguió amenazando a la policía de la Generalitat por haber puesto en conocimiento de la Audiencia Nacional estos hechos. "Las acusaciones que se hacen a la Policía Nacional son gravísimas", dijo el ministro, que advirtió de que los Mossos "tendrán que disculparse" si el juez de la Audiencia Santiago Pedraz decide no volver a abrir nuevas diligencias por la denominada operación Judas.

El ministro hizo estas declaraciones el mismo día que EL PERIÓDICO publicaba una entrevista con el converso que fue elegido por los policías para enviar un mensaje a los miembros de la célula. Este individuo declaró que los dos agentes le "enseñaron unas fotografías" de los miembros de la célula y le "pidieron si podía hablar con ellos, ya que tenían pensamientos extremistas". Después de la publicación de esta entrevista, el grupo parlamentario del PSOE pidió la comparecencia del ministro del Interior en el Congreso para que informe de las circunstancias que concurrieron para que dos mandos de la Policía Nacional se entrevistaran con un converso que, según aseguraba en la entrevista, no era confidente policial.

Este diario buscó durante el día de ayer la versión de los dos policías a través de los abogados que les acompañaron en sus declaraciones en la Audiencia Nacional. Los letrados insistieron en que todo lo que tenían que contar lo dijeron en su día ante el juez, y que este entendió que no hubo mala fe ni delito en su acción. Otras fuentes próximas a los dos policías aseguraron que ambos agentes "nunca quisieron entorpecer una investigación de Mossos" y que lo que ocurrió fue que "se equivocaron al valorar" la captación de una nueva fuente de información.

Desde hace varias semanas, el juez Pedraz tiene sobre su mesa un nuevo testimonio de la reunión en la que este converso alertó a los miembros de la célula de Terrassa que estaban siendo investigados e iban a ser detenidos. Anteriormente, y tras escuchar al converso, al amigo que le acompañó en el momento de efectuar la revelación y leer la declaración de un mosso infiltrado que estaba presente en la cita, el juez decidió archivar la investigación al entender que los dos policías no incurrieron en delito alguno. Pedraz debe decidir ahora si el nuevo testimonio aporta datos relevantes para reabrir e investigar el caso.

"MÍNIMO DE RESPONSABILIDAD"

Durante un acto de campaña en Mataró, el ministro de Interior afirmó que "acusar a la Policía de revelación de secretos o de colaboración con organización terrorista no le cabe en la cabeza a ninguna persona que tenga un mínimo sentido de la responsabilidad". Fernández Díaz reiteró que los temas de política antiterrorista "son política de Estado" y que "lo que se aconseja es sumar".

Menos beligerante se mostró el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, que aseguró que todo es una confusión. "Las investigaciones sobre terrorismo son complejas --dijo--, en ocasiones se puede producir una coincidencia en los objetivos, para eso tenemos mecanismos de coordinación policiales". Y recordó que Pedraz archivó la investigación en cuanto escuchó a los policías.