CONFLICTO ENTRE ADMINISTRACIONES

Cuatro testigos aseguran que dos policías avisaron a unos yihadistas

Momento de la detención del presunto cabecilla de la célula yihadista, el pasado 8 de abril en Sabadell.

Momento de la detención del presunto cabecilla de la célula yihadista, el pasado 8 de abril en Sabadell.

MAYKA NAVARRO / ANTONIO BAQUERO / BARCELONA

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La investigación que permitió a los Mossos d'Esquadra desarticular en abril una célula yihadista que planeaba atentar en Catalunya estuvo a punto de fracasar después de que presuntamente un inspector jefe y un inspector del Cuerpo Nacional de Policía avisaran a los extremistas islámicos de que estaban siendo investigados e iban a ser detenidos.

Así consta en las diligencias que los Mossos presentaron al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz pero que este, a petición de la fiscala Blanca Rodríguez, archivó el 17 de febrero por entender que no había "indicios delictivos" contra los dos policías, según fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Hasta ese momento, el juez Pedraz tenía tres declaraciones que sustentaban el soplo: las de un mosso infiltrado y dos musulmanes conversos de Mataró que aseguaron haber actuado de mensajeros de los policías ante la célula.

Desde el pasado 18 de abril, el magistrado cuenta con un cuarto testimonio, el de un testigo protegido que dijo haber presenciado el chivatazo. Los Mossos d'Esquadra esperan que con este nuevo testimonio se reabra la investigación. El juez Pedraz se encuentra de viaje en Estados Unidos y ha comunicado que el lunes revisará el atestado. Por su parte, la Fiscalía sostuvo que el nuevo atestado de los mossos "no aporta nada nuevo" y por lo tanto sigue sin ver indicios delictivos en la actuación de los dos policías.

Además, varios mandos de la Policía negaron rotundamente este jueves que se hubiera producido ningún chivatazo: "La fiscala no acusó y el juez archivó porque no hay nada que investigar. Los dos policías mantuvieron una entrevista con dos informadores suyos. No hay nada más".

OPERACIÓN JUDAS

Los Mossos no lo ven así. La investigacion fue bautizada como operación Judas. Durante los seguimientos a los yihadistas, los mossos identificaron a policías vigilando a los mismos objetivos. Los altercados provocaron que el 23 de octubre se celebrara en la sede de los servicios de información de los Mossos en Sabadell una reunión a la que asistió un comisario de policía que se trasladó desde Madrid y el inspector jefe al que los testigos señalan como el responsable del chivatazo.

En esa reunión, los Mossos informaron de que la investigación estaba judicializada en la Audiencia, que era pronto para detener y que estaban trabajando con el CNI. Según varias fuentes, ante la "presión" de los policías para que se realizaran las detenciones porque ellos habían conseguido datos de esa misma célula de un confidente que trabajaba a su vez para el CNI, los Mossos les dijeron que tenían infiltrado a un agente en la célula. La policía decidió entonces retirarse de la investigación.

El 7 de noviembre por la tarde, en un establecimiento de Terrassa en el que se solían reunir los miembros de la célula, acudieron dos hombres desconocidos hasta ese momento por los investigadores. Se trata de dos conversos de Mataró que aseguran que "un comisario de la policía" les reveló que los Mossos les estaban investigando, escuchando los teléfonos y los iban a detener en tres semanas. Tras el revuelo inicial, en otro momento del encuentro, con menos interlocutores presentes, uno de los conversos les pidió que tuvieran cuidado porque había un chivato en el grupo.

Cuando el agente infiltrado comunicó a sus superiores la conversación que había presenciado, sus mandos estuvieron a punto de sacarlo de la célula por el riesgo que corría su vida. El infiltrado pidió continuar. Estaba bien posicionado y las sospechas recayeron en otro miembro del grupo que finalmente fue expulsado.

IDENTIFICACIÓN

Los mossos informaron a Pedraz e inciaron una investigación sobre el soplo. Identificaron a los dos conversos de Mataró y durante unas vigilancias los retrataron manteniendo una entrevista con los dos policías, ambos de la Brigada de Información de Barcelona. Los Mossos llegaron a plantearse la detención de los dos policías, pero decidieron informar a Pedraz. Este tomó declaración a los dos conversos, que confirmaron el chivatazo, e incluso uno de ellos mostró la tarjeta que le había entregado el inspector. Los dos policías declararon como imputados. Reconocieron las entrevistas y que hablaron de la operación de los mossos, pero negaron haber dado instrucciones a sus colaboradores para reventar la investigación de los Mossos.