REPERCUSIONES DE LA MANIFESTACIÓN EN BARCELONA

El éxito de la marcha espolea el plan del Govern para rescatar el Estatut

Imagen de la gran 'senyera' que encabezó la manifestación, rodeada de banderas independentistas, pocos instantes después de iniciarse el recorrido, el sábado en el paseo de Gràcia.

Imagen de la gran 'senyera' que encabezó la manifestación, rodeada de banderas independentistas, pocos instantes después de iniciarse el recorrido, el sábado en el paseo de Gràcia.

JOSE RICO
BARCELONA

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¿Yahora qué? La pregunta que rondaba la cabeza del millón largo de manifestantes que, según la Guardia Urbana y Òmnium Cultural, replicaron el sábado en la calle a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) encontró ayer respuestas múltiples, tan transversales como la propia manifestación. La Generalitat, la encargada de comandar la operación de rescate del Estatut, interpreta el éxito de la convocatoria como un instrumento de presión que acelere su plan para rehacer el pacto político con España. Los ataques al PP por el recurso contra la Carta catalana pasaron ayer a un segundo plano. El objetivo es ahora el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero, a quien el Govern exige con urgencia que cumpla su palabra de salvar lo máximo que se pueda de la norma.

El desafío tiene fecha y está muy próxima: el debate sobre el estado de la nación, es decir, este miércoles. Entre la defensa de su polémica gestión de la crisis económica y la réplica a los duros reproches que le esperan desde la oposición, Zapatero deberá sacar tiempo para comprometerse con el Estatut. Así se lo dejó claro ayer elconsellerde Política Territorial, Joaquim Nadal, en su enésima intervención como portavoz de facto del tripartito. «Hay que rehacer los puentes que la sentencia ha roto para asegurar cuanto antes que no se han tirado por la borda 30 años de esfuerzo de los diferentes territorios que componen la pluralidad de España», afirmó Nadal en declaraciones a Catalunya Ràdio.

Para convertir en hechos parlamentarios tan intrincada proclama, el Gobierno catalán trabaja en dos frentes. El primero son los deberes que debería realizar Zapatero a iniciativa propia. Detrás de lo que Nadal denominó «un programa de mínimos» se encontrarían las iniciativas que el Ejecutivo central estaría dispuesto a emprender para «reforzar el desarrollo del Estatut», la expresión que el presidente empleó tras conocer el fallo del TC.

RECADO AL PSOE / Entonces prometió apoyar la estrategia de hacer modificaciones legales para recuperar parte del texto votado en referendo. Sería el caso, por ejemplo, de lo referido a que Catalunya disponga de un poder judicial diferenciado. Pero la primera reacción en el PSOE tras el éxito del 10-J no evidenció guiño alguno en esta línea. Es más, el ministro de Fomento y número dos de los socialistas, José Blanco, no se dio por aludido y aseguró que la manifestación de Barcelona era una crítica al PP por haber «agredido» a Catalunya con su recurso. Nadal no se guardó una pulla a su compañero de filas: «Si el PSOE entiende que el PP agrede a Catalunya, se le debe pedir una respuesta clara y contundente desde el Gobierno español». A pocos meses de las elecciones catalanas, en otoño, agitar el espantajo del PP puede no serle suficiente al PSC si su vínculo con el PSOE no da otros frutos.

La segunda parte de la estrategia fijada por elpresident,José Montilla, consiste en lograr aquello que hasta ahora ha sido imposible: un frente común de los partidos catalanes en el Congreso. El tripartito y CiU trabajan ya en la redacción de una resolución que pueda ser votada en el debate de esta semana, pero acordar los detalles requerirá no poco esfuerzo. Solo prosperará si el PSOE la apoya, por lo que los 25 diputados socialistas catalanes deben medir las palabras que contenga el texto frente a CiU y ERC, que intentarán elevar su cariz soberanista.

MÍNIMOS COMUNES / Pese a todo, Nadal diagnosticó que existe el «punto de unidad suficiente» y CiU habló de «mínimos en común», que abren la puerta a que esta vez la unidad no se pierda en el trayecto de Catalunya a Madrid. Porque se espera, en principio también para esta semana, que del pleno monográfico del Parlament sobre la sentencia del Constitucional salga una moción conjunta con el sello del tripartito y CiU.

Si esta travesía parlamentaria llega a buen puerto, puede reforzar la estrategia de Montilla, que culminará con una reunión con Zapatero. De momento, elpresidentpodrá llevarse a esa cita la foto de la multitud desbordando el paseo de Gràcia. Una movilización que definió ayer como «unitaria, cívica y democrática». Sobre el protagonismo de las banderas y las consignas independentistas, Montilla no dudó ni un momento en relativizarlas: «Había más personas queestelades».