Dimite Arantza Quiroga como presidenta del PP vasco ante la fractura interna de su partido

Admite que la dirección nacional le pidió que retirara la ponencia sobre convivencia y asegura que volvería a presentarla "una y mil veces"

AITOR UBARRETXENA / SAN SEBASTIÁN

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Arantza Quiroga ha anunciado este miércoles su dimisión como presidenta del PP vasco tras admitir su "fracaso" a la hora lograr apoyos internos para su ponencia sobre convivencia. En su despedida, ha admitido que retiró su propuesta 24 horas después de presentarla porque así se lo pidió la dirección nacional del partido, aunque ha afirmado que "volvería a presentarla una y mil veces" porque "la sociedad va por delante de los políticos" y "nuestro deber es sentar las bases para la convivencia" en Euskadi.

Quiroga ha comparecido ante más de 50 periodistas, con un punto de nerviosismo y emoción, para anunciar que abandona el cargo tras 20 años en política. No ha querido ahondar en las evidentes diferencias internas en el PP vasco, la verdadera causa de su adiós, y ha preferido centrarse en los agradecimientos y peticiones de disculpas, sobre todo a las víctimas del terrorismo, "porque en ningún momento he querido herir su sensibilidad".

Arantza Quiroga ha comenzado su exposición explicando que el pasado jueves ya presentó su dimisión ante la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal. Sin embargo, esta le transmitió el apoyo del partido y le recomendó no tomar decisiones "en caliente", por lo que optó por tomarse unos días para reflexionar. Pasado este periodo, este martesse reafirmó en su decisión y así se lo trasladó a Cospedal, que sin embargo en público afirmó que el futuro de Quiroga era seguir siendo la presidenta del PP vasco.

EL RETO EN EUSKADI

La hasta ahora dirigente del PP ha querido precisar que seguirá siendo militante y que pedirá el voto para Mariano Rajoy, aunque ha admitido que durante los últimos días no ha hablado con él. Pese a todo, sigue creyendo que el reto de los populares es pasar de la resistencia a ETA a ocupar un espacio de centralidad, para ganar influencia y frenar su sangría electoral en Euskadi. Sin embargo,ha añadido,  no se ha visto acompañada en esa estrategia.

De forma indirecta, sí ha lanzado algún reproche a sus compañeros de partido. Les ha pedido que tengan una mirada "valiente" cuando vuelva a plantearse la necesidad de abordar, junto al resto de formaciones, un plan de convivencia que permita superar el terrorismo etarra. Y en su autocrítica, ha lamentado que no ha sido capaz de "aunar voluntades detrás de este objetivo", en evidente referencia a los críticos del PP alavés. A pesar de todo, con una media sonrisa, respondió con un "no" a la pregunta de si había compañeros "que le habían hecho la cama" desde que llegó a la presidencia.

Aunque no ha querido profundizar en la pugna abierta en el PP vasco ni en la desautorización sufrida por Alfonso Alonso, ministro de Sanidad y presidente del PP alavés, Quiroga ha aludido a la polémica en torno a la utilización, en el texto de la ponencia de convivencia, de la palabra "deslegitimación" del terrorismo, en vez de "condena". Ha criticado a quienes han querido ver en esa decisión un pacto con Bildu, y mucho menos una concesión a los violentos, y ha garantizado que esa expresión estaba asumida, desde hace años, por la dirección del PP vasco, y que incluso se habían sumado a varias iniciativas parlamentarias que la utilizaban. En definitiva, ha remarcado que no ha sido esta última polémica la causa de su dimisión, sino su incapacidad para lograr un partido cohesionado con una estrategia compartida.

EXPLICACIONES

Además de la falta de apoyos internos, tampoco han ayudado, según ha explicado, ciertas portadas de periódicos "falsas", que aludían a pactos con Bildu, ni la reacción de la AVT. Por ello, ha considerado que "lo más honesto es apartarse, echarse a un lado, para que otros desde atrás puedan coger el relevo. Y seguro que lo hacen mucho mejor que yo". Y ha querido dejar claro que no se va "decepcionada" con ningún compañero.

Sin dejar ninguna pregunta sin respuesta, ha reconocido que era consciente, cuando asumió la presidencia de un PP vasco dividido, de la dificultad de la tarea. Pero pese a los "malos ratos" sufridos, ha hecho un balance positivo de sus dos décadas de vida política, sobre todo por haberse sumado a la lucha contra ETA.

En el capítulo de agradecimientos, ha citado a todas las víctimas del terrorismo "que me han hecho llegar cariño, cercanía y comprensión por lo que he hecho", y a la dirección del partido, con mención especial a Cospedal, "porque me han dejado ir, pese a que no era el mejor momento", ha explicado en referencia al proximidad de las elecciones generales. También se ha mostrado agradecida por sus compañeros del PP vasco "en general", a su equipo de colaboradores y a sus familia, a la que dedicará su tiempo en esta nueva etapa en la que, según ha afirmado, "lo primero será desintoxicarme de la política".

LA REACCIÓN DE ALONSO

Uno de los principales responsables de que Quiroga tuviera que dar marcha atrás en su moción, el ministro Alonso, ha hecho este miércoles un llamamiento a los dirigentes del PP vasco a "dar una respuesta rápida" a la renuncia de Quiroga , con el fin de "hacer equipo y fortalecerlo" para "dar solidez" a su proyecto en Euskadi.

Alonso ha manifestado en el Congreso que "respeta" y "lamenta" la decisión "personal" de Quiroga, pero a renglón seguido ha considerado "fundamental" ofrecer una "resolución lo más rápida posible a esta situación de incertidumbre y a partir de ahí trabajar para restañar las dificultades que pueda haber allí".