La dirección del PSOE discrepa de Susana Díaz sobre la consulta anunciada por Podemos

El comité federal socialista de este sábado fue convocado para aplazar el congreso previsto en mayo. La decisión resultó aprobada sin oposición. Tampoco la de aquellos que tras el 20-D defendieron, en contra de lo que opinaba Pedro Sánchez, que convenía adelantarlo. No habrá cónclave hasta que España tenga presidente. Pero durante el debate interno que se produjo en el PSOE quedó en evidencia que hay tensión: la andaluza Susana Díaz, a puerta cerrada, obvió el asunto del cónclave pero se preguntó con qué Podemos es con el que su partido negociará, sin con el razonable de Valencia o o con el que pide la autodeterminación en Catalunya o Euskadi. Según fuentes socialistas, también planteó que los líderes que buscan "unidad" en sus organizaciones -aviso directo a Sánchez- deben saber tender la mano a sus compañeros, principalmente a los que no comparten sus posiciones, como ella hizo en Andalucía.

Díaz, como otros barones, reclamaron además una oposición fuerte y visible a Mariano Rajoy, sus "engaños" sobre el déficit y sus ataques a las autonomías. No obstante lo que realmente monopolizó la atención de los presentes en el comité fue el anuncio de Podemos de que si no logra un acuerdo con el PSOE en breve, someterá a criterio de su bases la estrategia a seguir, sin cerrar la puerta a la abstención. Eso se recibió con agrado en la sede de la madrileña calle de Ferraz. 

El PP, un partido en modo 'pause'

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"S\u00e1nchez urge a Podemos y C's\u00a0","text":"S\u00e1nchez urge a Podemos y C's\u00a0a priorizar la renovaci\u00f3n de Espa\u00f1a y el echar a Rajoy a sus vetos y l\u00ednea rojas"}}El equipo de Sánchez calificó de positivo que las bases ‘moradas’ se pronuncien, aunque insistiendo en que lo que se busca es un acuerdo a tres bandas. Lamentaron, eso sí, que el gesto no llegara antes. Según las fuentes consultadas, nadie (tampoco el líder socialista) sacó este asunto a colación cuando el comité federal se encontraba reunido. Pero los periodistas tuvieron oportunidad de conocer que Díaz tampoco comparte el optimismo por esa consulta. Ella dice querer un pacto y no elecciones. Pero no oculta su falta de confianza absoluta en Pablo Iglesias. Ni siquiera se cree la federación andaluza que el anuncio de una consulta sea real. Se alega que ese mismo compromiso lo adquirió la dirigente podemista Teresa Rodríguez cuando estaba negociando en las semanas previas a la investidura de Díaz, pero que después no lo cumplió.

A VUELTAS CON CATALUNYA

La presidenta andaluza subrayó que la nueva negociación ‘a tres’ no puede significar tampoco ninguna cesión respecto a Catalunya, porque la resolución que el comité federal aprobó el 28 de diciembre, además de la Declaración de Granada y el pacto suscrito con C's son los frenos que impiden cualquier cesión en este terreno. Evidentemente no le ha gustado que Iglesias colocase el foco sobre el socialista Miquel Iceta y el dirigente Xavier Domènech, de En Comú Podem, para sugerir que ellos buscarán una salida. Sin que se descarte el referéndum por parte de los 'morados'. El veterano Iceta, que debía vérselas venir, acudió al comité federal con un ejemplar en su cartera sobre la declaración de Granada y a esos límites mencionados por su compañera andaluza añadió aún otro: el programa electoral del propio partido socialista.

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Previamente, en su discurso inicial, Sánchez puso en valor su cita con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, como ejemplo de que un conflicto tan serio hay que tratar de crear espacios de confianza. Además de esto, se refirió a las negociaciones con Podemos y C's, garantizando que él está dispuesto a hacer cesiones, pero demandando a sus interlocutores que aparquen las líneas rojas en pro de la "renovación de España" y para poder sacar de La Moncloa a Mariano Rajoy. También repitió, como ya hizo el miércoles, que si hay modificaciones sobre su pacto con Ciudadanos en esta nueva fase negociadora, volverá a consultar a las bases.