Pedro Sánchez celebra el "cambio" de Pablo Iglesias y ve más cerca un gobierno

Pedro Sánchez, durante su comparecencia de prensa tras reunirse con Pablo Iglesias.

Pedro Sánchez, durante su comparecencia de prensa tras reunirse con Pablo Iglesias. / periodico

GEMMA ROBLES / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha celebrado lo que cree una nueva actitud y estrategia de Pablo Iglesias al “aceptar” el sentarse a negociar en una mesa a tres con socialistas y Ciudadanos. “Con todas las cautelas, con dificultades, hoy estamos más cerca de ese Gobierno de cambio que de repetir elecciones”, ha dicho Sánchez, quien en todo caso ha admitido que el veto mutuo que mantienen Podemos y C’s para integrarse en un gobierno de coalición hace conveniente ser prudente a la hora de expresarse con optimismo. En todo caso, ha dicho que ha llegado el momento de intentar que ese acuerdo de 200 medidas que ya está firmado con C's pueda convertirse en uno "de 300 o 400" tras la negociación con los podemistas y que, si hay nuevo documento, volverá a someterse al criterio de la militancia de su organización.

Menos relevancia le ha dado a que el jefe de Podemos haya anunciado públicamente que renuncia a ser vicepresidente de un futuro gabinete, proponiendo que otro de sus compañeros ocupe ese puesto. Según Iglesias, porque a una parte del PSOE le parece su presencia un escollo insalvable. En esto, Sánchez ofreció otra versión. “El día en que compareció aquí en el Congreso y yo me enteré de su oferta de gobierno por el jefe del Estado quien se sintió atacado fue quien les habla […].Él se propuso solo y él se excluye solo. No hemos vetado a nadie. De todos modos la composición de un gobierno debe ser la última estación”, ha avisado.

En rueda de prensa tras dos horas de reunión con Iglesias, el jefe de los socialistas ha agradecido en todo caso el “tono cálido” que han mantenido esta vez y ha reconocido que la primera noticia que se había producido era que ambos partidos, en adelante, han quedado en tratarse con “sinceridad, cordialidad y respeto”, después de semanas lanzándose dardos políticos. Algunos de tono muy grueso.

NADIE QUIERE ELECCIONES

Dicho esto, Sánchez ha querido subrayar que las primeras coincidencias encontradas con su homólogo de Podemos han sido que ninguno desea repetir las elecciones y que, asimismo, ansían poner fin al mandato de Mariano Rajoy. La principal discrepancia llega en la manera de “materializar” ese Gobierno de cambio, porque Sánchez apuesta por una coalición en la que estén también los ‘morados’ y los ‘naranjas’, mientras que los podemistas reclaman un Ejecutivo de izquierdas que elabore un nuevo acuerdo basado en los programas electorales de PSOE y Podemos y que cuente con el apoyo externo o abstención de C’s.

Los de Albert Rivera, por su lado, tampoco quieren oír ni hablar de sentarse en el mismo consejo de ministros que lo hagan los podemistas y piensan que son los diputados de Pablo Iglesias los que deben pensar en abstenerse. ¿Entonces?. Pues según Sánchez, lo que toca es sentarse a hablar cuanto antes los tres partidos para ver si todos los integrantes de la mesa de negociación van “en serio” a la hora de evitar otras generales. Pero con un aviso claro ya por delante. "Yo soy un hombre de palabra. Todo acuerdo que yo alcance para lograr la investidura tiene que contar con el sí de Ciudadanos", ha apostillado.

LA VÍA DE ESCAPE PARLAMENTARIA

Su idea es lograr un acuerdo que reúna 199 diputados, o lo que lo mismo, un ‘sí’ de las tres organizaciones políticas (más Compromís) con independencia de cuál se integre en un Ejecutivo, cuál se quede fuera dando apoyo externo o en la oposición. Para él, eso es lo de menos puesto que lo que tiene en la cabeza es “un gobierno parlamentario”, esto es, que el Ejecutivo pueda proponer leyes desde La Moncloa que previamente hayan sido pactadas con unos u otros grupos del Congreso para hacer valer distintas mayorías. La traducción práctica de esa filosofía es que podrían salir adelante propuestas legislativas que propusieran distintos grupos, dada la enrevesada aritmética del actual Parlamento, sin que eso obligase siempre a PSOE, C’s y Podemos a tener que votar conjuntamente ni tampoco a traicionar acuerdos.

"Nos sentamos en una mesa a tres, vemos en qué medidas de las 200 coinicidimos y si pueden ser 300, o 400. Apartamos las que son comunes a las tres formaciones políticas para un acuerdo y en aquellas que discrepemos, pues las llevamos al Parlamento, que es donde va a estar el verdadero gobierno", ha agregado.

CATALUNYA Y EL VETO AL PP

Sobre la iniciativa de que el socialista Miquel Iceta y el dirigente de En Comù Podem, Xavi Domènench, se sienten en paralelo a buscar posibles soluciones para Catalunya, Sánchez ha aseverado que cualquier trabajo para encontrar caminos por los que abandonar la crisis con Catalunya son positivos. Dicho eso, ha especificado que el PSOE, como Ciudadanos, no van a apoyar una consulta, pero que sin embargo coinciden con Podemos en que es necesaria una reforma constitucional que no por compleja, a su entender, hay que dejar de intentar.

Por último y sobre la posibilidad de que Rajoy, como supuestamente tiene previsto, coja el teléfono en estos días para intentar una reunión con Sánchez, el socialista ha incidido en que poco tiene que negociar con quien quiere echar de La Moncloa y que había dejado claro a Iglesias, por si tenía alguna duda, que pase lo que pase en la nueva fase de negociaciones que se abre no habrá gran coalición con el PSOE.