CDC y ERC difieren sobre cómo ratificar la eventual independencia

La hoja ruta, es decir, el guion sobre qué hacer a partir del día 27 de septiembre hace dos meses que se discute. Los partidos del antiguo frente soberanista iniciaron la discusión sobre dicho guion en la semana posterior al 9-N y han elaborado ya un documento de trabajo que se dio por finalizado ayer. Ahora, cada uno de los partidos --CDC, Unió, ERC, ICV, EUiA, CUP i MES (la plataforma que agrupa a las variadas escisiones catalanistas del PSC)-- y de las entidades --ANC, Òmnium y la Associació de Municipis per la Independència-- llevarán a sus órganos internos la discusión del texto y la presentación de enmiendas. El plenario, por así decirlo, con los siete partidos y las tres entidades retomará los trabajos en un mes, a mediados de febrero. Existen diferencias de opinión sobre varios temas, pero, en el contexto de la pugna entre CDC y ERC hay una que sobresale: ¿Cómo se ratifica la independencia?

El supuesto parte, claro está, de una victoria de las fuerzas independentistas. Para ERC, no cabe ulterior ratificación. Es más, considera que la aprobación de la eventual Constitución, en el pertinente referéndum, debería ser entendido como una ratificación casi por asentimiento de la escisión. CDC, por el contrario cree que hay que convocar otro referéndum previo al constitucional y específicamente de ratificación. De momento, en el documento de trabajo que las asociaciones y partidos se llevaron a sus sedes se incluye solo la opción convergente. ¿Supone eso una ventaja?

LOS PUNTOS

El documento consta de 20 puntos. El de la ratificación es el 17. Previamente se detalla que el periodo de desarrollo de este guion es de 12 meses. En la reunión de ayer hubo cierta tensión por cuanto en algún documento interno de CDC el periodo se alargaba hasta los 18 meses. La explicación parece sencilla. Los 12 meses parten del 27-S, fecha de las elecciones anticipadas y los 18 lo hacen del presente enero.

Según el documento, se prevé que tras las elecciones se realice una proclamación de "anuncio e inicio del proceso hacia la proclamación de la república catalana". Es decir, no hay una declaración unilateral (punto 9).

El punto 14 establece "el ofrecimiento y petición para acordar con el Gobierno español las nuevas condiciones: reparto de activos y pasivos y relaciones entre los dos estados". Es decir, a falta de las enmiendas, la hoja de ruta adopta un sospechoso parecido al que dibujó Artur Mas en su conferencia del Fòrum, el pasado 25 de noviembre.

Al final de este periodo, es decir, en otoño del 2016, el guion fija que se deberá elegir un nuevo Parlament (cuartas elecciones legislativas en seis años). Aunque se dibujan dos posibilidades: que se elija un Parlament nuevo que complete la Constitución catalana y la lleve a consulta o bien al revés.

El sello convergente a esta hoja de ruta, con todo, se halla en el último punto, el 20, que reza que "en cualquier caso, quedaría abierta la posibilidad de negociar, desde la soberanía propia, nuevas formas de relación con el Estado español".