LA ESTABILIDAD DEL EJECUTIVO CATALÁN

CDC se debate entre tomar la senda unilateral o volver al referéndum

El 'president' Carles Puigdemont, junto al 'expresident' Artur Mas y Francesc Homs, candidato de CDC el 26-J, en el acto de la formación, este domingo.

El 'president' Carles Puigdemont, junto al 'expresident' Artur Mas y Francesc Homs, candidato de CDC el 26-J, en el acto de la formación, este domingo. / ACN / JULIÀ N.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La actual hoja de ruta está en el aire. Lo está porque en Convergència conviven dos tesis respecto a qué camino debe trazar el 'president' Carles Puigdemont cuando se someta en septiembre a la cuestión de confianza. El objetivo de la unilateralidad --con el referéndum unilateral de independencia (RUI) como nuevo 'hit' del soberanismo-- o bien la recuperación de la senda del pacto y la consulta legal, a través de una negociación con el Estado o mediante unas elecciones nuevamente plebiscitarias en las que esta vez se cuenten votos.

Es pronto para tomar decisiones, afirman en CDC, porque existen tres variables clave: el nuevo inquilino de la Moncloa, el vencedor del juego de pesos y contrapesos ideológicos en Convergència y la eventual fractura interna de la CUP. Pero en lo que depende de Convergència, esta es la situación. Por un lado, están quienes (como el 'conseller' Santi Vilaen una entrevista a EL PERIÓDICO) exigen prescindir de los anticapitalistas, buscar alianzas con Catalunya Si que es Pot y quienes defienden el referéndum pactado. Y, en caso contrario, ir a unas elecciones de nuevo plebiscitarias en las que esta vez cuenten los votos, y no solo los escaños, para decidir si 'sí' o 'no' a la independencia. El 'expresident' Artur Mas también castiga constantemente el hígado de la CUP con el objetivo de resituar a su partido en la senda de la legalidad y de un horizonte: unos comicios transformados en el nuevo referéndum. Buena parte de la ANC apuesta ya por volver a la vía de la consulta.

CALENDARIO INALTERABLE

Esta senda tiene en cuenta el posible papel de Podemos en la política española. Es lo que este miércoles le ha dicho Puigdemont a Lluís Rabell, líder de Catalunya Sí que es Pot, en el Parlament: si tras las elecciones generales el nuevo inquilino de la Moncloa se olvida del referéndum, "¿se sumarán ustedes a los dos millones de personas?", en referencia a las que votaron a Junts pel Sí y la CUP el 27-S. En sentido inverso, CDC podría reabrir el melón de la consulta pactada si esta sigue en pie en la política española.

Frente esta opción, se encuentra la de quienes en CDC abrazan la unilateralidad. Puigdemont no lo descarta. Así lo ha expresado este jueves en declaraciones a Catalunya Ràdio al ser preguntado por la nueva Ítaca de la CUP: el RUI. Podría ser, afirman, un elemento movilizador en un momento en el que el 'procés' está, en palabras de Mas, en "stand by". Puigdemont es poco sospechoso de arrugarse en sus objetivos independentistas, pese a que justamente la falta de coraje rupturista es el principal argumento de sus hasta ahora socios, la CUP, para ejecutar su veto a los presupuestos.

¿SEIS DIPUTADOS DISIDENTES?

Lo que sí está claro es que cuando Puigdemont suba al atril del Parlament en septiembre, presentará un programa de gobernabilidad sin haberlo negociado antes con la CUP. Una hoja de ruta que incluirá la aprobación de los presupuestos del 2017. Esta vez no habrá cesiones previas a los anticapitalistas. Es más, un miembro del Govern no solo prevé que los cuperos acudirán divididos a la cuestión de confanza, sino que seis de los actuales parlamentarios de la CUP votarán a favor del programa de Puigdemont.

Un programa que, por primera vez, será un plan propio del nuevo 'president', pactado obviamente con ERC (que se mueve y se moverá siempre en el marco de la actual hoja de ruta, la que figura en el programa de Junts pel Sí) y con las entidades soberanistas. Un plan en el que no habrá dilaciones en el calendario ni renuncias clave respecto a aquel programa. Al contrario, podría "enriquecerse" el proyecto y pisarse el acelerador en algún aspecto. Y no se pretende renunciar a las "leyes de transición", incluida la más decisiva, la de transitoriedad jurídica. Una norma que, de facto, debe suponer la desvinculación respecto de la legalidad estatal antes de ir a las elecciones siguientes, las llamadas constituyentes. Tampoco se renunciará a otro ingrediente clave: el proceso constituyente.

LA REFUNDACIÓN DEL PARTIDO

¿Qué más sucederá antes de septiembre? Sucederá que CDC celebrará un congreso de regeneración, en el que medirán sus fuerzas las distintas famílias, que tienen visiones diferentes en clave independentista y de modelo de sociedad. El papel de Mas en el nuevo partido será decisivo cara a imponer o no una u otra tesis. Los nuevos liderazgos del partido y los que puedan surgir tras la sacudida del mapa político español tendrán también su influencia en la decisiva cuestión de confianza de septiembre. A nadie se le escapa también que si ERC vence a Convergència de nuevo el 26-J en Catalunya, los planes deberán contar cada vez más con lo que proponga o disponga la formación republicana que lidera Oriol Junqueras.