Santi Vila: "La vía rupturista con la CUP genera una fuga de confianza"

–¿Qué haría usted respecto a la actual hoja de ruta soberanista?

–Siempre he discrepado de tener que colaborar y contar con la CUP porque tiene un modelo de sociedad que no comparto. Me gustaría que, si las formaciones políticas que en España defienden un referéndum salen adelante electoralmente, cumplan y nos pongan un referéndum sobre la mesa. Si esto pasara los catalanes podríamos ver que nuestro Estado es homologable a una democracia madura.

–¿Y forjar entonces un acuerdo aquí con estas fuerzas?

–Abriría mucho el compás y nos iría muy bien a todos. A la política catalana y al conjunto de la política española. No tener que quedar atrapados en votos revolucionarios nos iría muy bien.

–¿Qué es mejor, seguir con la CUP o ir a elecciones?

–La ruta rupturista contando con la CUP genera probablemente una fuga constante de confianza y credibilidad ciudadana. En CDC hemos de evaluar si mantenernos vinculados a la CUP no acaba siendo contraproducente para el propio proceso porque es una sangría de confianza, seguridad y credibilidad.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"En CDC hemos de evaluar","text":"\"En CDC hemos de evaluar\u00a0si mantenernos vinculados a la CUP no acaba siendo contraproducente para el propio proceso\""}}–Pero en septiembre estaremos de nuevo pendientes de la CUP en la cuestión de confianza…

–Habrá partidos que concurrirán a las elecciones generales prometiendo un referéndum. Cuando votemos la moción estos partidos podrán confirmar esta posición o de nuevo se verá que ha sido solo una promesa. Entonces el proceso quedará de nuevo en un callejón sin salida: o nos aprovechamos otra vez de votos revolucionarios o hemos de buscar algún grupo que quiera realmente ayudar a la gobernabilidad sin exigir al Govern a que renuncie a su razón de ser.

–¿Qué ha de proponer el programa de la cuestión de confianza?

–Dejar todo el marco institucional a punto para que los ciudadanos sean consultados en otras elecciones y que cuenten los votos. La desconexión se dará la noche de unas elecciones donde todos sepan qué votan y haya un voto más a favor que en contra de la independencia.

–¿Qué opina de un eventual referéndum unilateral?

–Si el proceso tiene alguna posibilidad es si consigue que las clases medias lo vean con confianza y no como una opción de riesgo. A nivel externo nos han de ver como un país solvente, serio, respetuoso de la legalidad, y dispuesto –por fuerza, no por gusto– a interrumpir la legalidad española solo un día. Algunos creen que el proceso es poder aplicar las leyes a la carta.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"\u00bfRefer\u00e9ndum unilateral?","text":"\"\u00bfRefer\u00e9ndum unilateral?\u00a0Si tenemos alguna posibilidad de \u00e9xito es si las clases medias ven el proceso con confianza y no como un riesgo\""}}–¿Fue un error la declaración rupturista del 9-N?

–Siempre he sido muy crítico con esa declaración, entre otras cosas porque podía poner en riesgo la identificación clara de los valores de CDC. Se está demostrando que por la parte de la CUP, en su mejor tradición sectaria, no ha habido nunca vocación de negociación.

–Si vuelven a tener el apoyo de la CUP, ¿es eso garantía de una navegación segura?

–No es garantía, sin duda. En la próxima votación ya no hay negociaciones a hacer con la CUP.

-En su libro ('Un moment fundacional', Pòrtic, 2016) afirma que la decisión de Artur Mas de no seguir generó «lágrimas de cocodrilo». ¿Entre adversarios o en las propias filas?

–Es una mezcla. En política no sabes nunca dónde tienes a los adversarios y quiénes son los propios y cuáles los extraños.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"El posible apoyo de la CUP en septiembre","text":"\"El posible apoyo de la CUP en septiembre\u00a0no es garant\u00eda de navegaci\u00f3n segura\""}}–Critica usted que se habla de renovación por parte de «gente que lleva 20 años en política». ¿Ha de haberla en su partido?

–Es imprescindible que haya caras nuevas y aire fresco, conectar con los nuevos tiempos y vivir ilusionados el nuevo tiempo fundacional. Los partidos encarnan la obsolescencia del modelo heredado.