Bárcenas se pasa al teatro

Una mesa, dos sillas y dos (grandes) actores. No se necesita más para representar una obra de teatro. En el escenario vemos como el juez Ruz interroga a Bárcenas. Escrito por el dramaturgo Jordi Casanovas, el texto es literal. Palabra por palabra, los dos actores entablan el mismo diálogo que el 15 de julio del 2013 mantuvieron el magistrado de la Audiencia Nacional y el extesorero del PP. Lo único que el autor ha hecho es acortar la conversación. La obra dura 60 minutos y no cuatro horas y media, como sucedió en la realidad.

Ruz-Bárcenas, que se estrenó en mayo en Madrid --este fin de semana tendrán lugar las dos últimas funciones-, realizará ahora una gira por Girona y Sevilla. En septiembre volverá a Madrid y en diciembre desembarcará en el Teatre Lliure de Barcelona, institución que coproduce la obra. «La pieza nació como un experimento. Conllevaba un riesgo muy alto y no sabíamos cómo iba a funcionar», asegura Casanovas, pletórico con la calurosa acogida del público. «La gente tiene tal acumulación de información que no le da tiempo a reflexionar. Necesitamos saber qué está pasando. Necesitamos saber la magnitud de la corrupción que nos rodea».

Interés dramático

Casanovas llevaba un tiempo queriendo escribir un texto teatral sobre la corrupción, palabra ya diaria en las informaciones de prensa, radio y televisión. Todo lo que le salía era «demasiado exagerado». Buscando documentación, se topó con el interrogatorio a Bárcenas, que en su segunda comparencia ante Ruz empezó a tirar de la manta. «Me di cuenta de que tenía interés dramático. La única pega es que duraba cuatro horas y media, así que cogí lo esencial. Pero no toqué ni una palabra. El texto es real», explica el autor. Con el texto ya terminado, Casanovas lo llevó al Teatro del Barrio, espacio alternativo creado en Madrid y cuyo objetivo es generar debate y conciencias críticas. A los mandos de la sala está el actor Alberto San Juan, al que le gusta tanto la interpretación como el activismo; fue uno de los presentadores de los famosos Goya del No a la guerra. Su respuesta no tardó en llegar: «Adelante. Lo hacemos».

Bajo la dirección de San Juan, los actores Pedro Casablanc (en el papel de Bárcenas) y Manolo Solo (Ruz) fueron los elegidos para interpretar el diálogo. «Al principio, el proyecto les hizo gracia. Pero cuando hicimos una lectura, nos dimos cuenta de que la cosa iba a funcionar», cuenta Casanovas.

Ruz-Bárcenas no juzga al extesorero del PP. Lo muestra como es. Muestra qué piensa, por qué sufre, por qué ve normal lo que el juez considera anormal. El público se enciende con determinadas frases. Los hay, incluso, que abuchean. Ojo, al personaje no al actor.