REPERCUSIONES DEL 'CASO 3%'

Mas pide a la CUP que se olvide del 3% en la negociación con JxSí

Los 10 diputados de la CUP, ayer por la tarde en el Parlament.

Los 10 diputados de la CUP, ayer por la tarde en el Parlament.

F. MASREAL / R. JULVE / J. RICO / BARCELONA

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El 'president' en funciones, Artur Mas, reclamó ayer a la CUP --que ha denunciado vehementemente los escándalos que afectan a CDC-- que haga «abstracción» del 'caso 3%' porque es una actuación de «los poderes del Estado». La fuerza anticapitalista respondió sin tapujos: «La guerra sucia no puede tapar la corrupción, igual que la corrupción no puede tapar la guerra sucia», replicó Albert Botran, diputado electo cupero.

Pero la discrepancia no se quedó ahí. De hecho, Mas marcó de forma nítida las líneas rojas que el 'conseller' en funciones Felip Puig había reclamado 48 horas antes en una reunión con empresarios. No a desobedecer al Tribunal Constitucional, no a dar marcha atrás a 10 privatizaciones si no se dice con qué dinero... Y sobre el plan de choque social, «se ha empezado a hablar, pero no hay todavía acuerdo». Un plan sobre el que la CUP exigió de nuevo actuar urgentemente para frenar la pobreza energética a las puertas del invierno.

A ello añádase que, en varias ocasiones, Mas reivindicó su papel como candidato a la reelección recordando a la CUP que sus 330.000 votos se enfrentan al 1.650.000 obtenidos por Junts pel Sí, y verbalizando por primera vez que una alternativa no deseable pero posible son otras elecciones si no hay acuerdo.

Toda una declaración de firmeza el día en el que la justicia ponía sobre la mesa una vez más las sospechas de corrupción sobre CDC. Según afirmó el cupero Botran, existen indicios «verosímiles», y recordó que el origen del caso no está en la UDEF, sino en una denuncia de una concejala de Torredembarra, la republicana Montse Gassull.

ERC, ENTRE DOS AGUAS

ERC, no obstate, navegó entre dos aguas. Su portavoz, Sergi Sabrià, pidió transparencia, que se investiguen todos los casos, y a la vez valoró que Mas quiera dar la cara en el Parlament mientras el Gobierno del PP lo evita en los escándalos que le afectan. Los demás partidos salieron en tromba. Ninguno mencionó siquiera el nombre del tesorero de CDC detenido. Todos pusieron el foco sobre el 'president'. Inés Arrimadas (Ciutadans) y Joan Coscubiela (Catalunya Sí que es Pot), en un mensaje dirigido también a la CUP en plena negociación por la investidura, insistieron en que el jefe del Govern no merece repetir con el historial de presuntas irregularidades que salpica a su partido.

Arrimadas coincidió además con Xavier García Albiol (PPC) al subrayar que CDC quiere «tapar la corrupción» con el debate identitario, mientras que Coscubiela y el popular Enric Millo replicaron al 'president' por decir que está siendo «objeto de caza mayor». «Mas no puede cerrar los ojos ni escudarse en una presunta persecución. Si hay una investigación es por algo», sostuvo el dirigente ecosocialista. «Es un insulto a la justicia ver una intencionalidad política», subrayó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Eva Granados, diputada del PSC, se sumó al resto de grupos para exigir responsabilidades, mientras que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, reclamó a Mas que «dé la cara y no se esconda en discursos victimistas».