Al contrataque

Terminó

ANA PASTOR

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Delante de este folio todavía en blanco me propongo hacer un repaso de quienes han protagonizado este espacio. Hoy toca recordar las historias que vuestros ojos han leído. Toca hablar de quienes mes a mes han deseado que terminase ya este año 2015 esperando que el 2016 llegue con otro color y que desaparezca el sabor amargo que dejan las derrotas.

Aquí apareció Aylan y aquí tocó pedir perdón por lo rápido que los medios le dimos una portada y después olvidamos su nombre y el de tantos como él que siguen muriendo con la misma crudeza de aquel cuerpecito vuelto sobre la arena y acunado por las olas.

Aquí apareció otro pequeño con más suerte que sí pudo llegar vivo a la isla italiana de Lampedusa con su madre procedente de África y con el que vivimos el reencuentro en un hospital después de que ella sufriera terribles quemaduras en la maldita travesía de la desesperación.

Aquí aparecieron datos que hablaban de ese bebé y su madre, es decir, datos de los 60 millones de seres humanos que ahora mismo son desplazados y expulsados de sus países. Refugiados ignorados por quienes deben proteger a sus pueblos pero rescatados por barcos como el Dignity de Médicos sin Fronteras y el To Kyma de la oenegé Proactiva, verdaderos superhéroes en la vida real.

Aquí supimos del nacimiento de Amel, la pequeña que nació en septiembre en pleno bombardeo en la ciudad siria de Alepo. Los impactos de metralla en la madre, Amira, atravesaron el cuerpo e impactaron en su bebé. Salvaron las dos la vida. Un milagro del equipo médico del hospital asediado esos días.

Y casi como otro parto, aquí también apareció Abou, el niño que entró en España escondido en una maleta mostrándonos la desesperación de una familia que ahora se enfrenta a un juicio por aquello.

De Donald Trump a Igualada

También aquí apareció en este 2015 Donald Trump, y con él sus barbaridades. Pero frente a él se coló en estas letras un grupo maravilloso de mujeres musulmanas de Igualada. Salieron a la calle dando una lección al partido xenófobo Plataforma per Catalunya al defender con valentía que, en un país decente, todas las familias tienen derecho a comer sin mirar su religión, raza o procedencia.

Y también en este espacio aparecieron los pestiños de Hugo y su madre, Inés, para conseguir dinero y curarle; y Ana y su lucha por hacerle un hueco a la esperanza de conseguir un trabajo; y Adela y José, que parecen sacados de un portal de Belén cuidando con 800 euros de cuatro hijos, dos de ellos gemelos con parálisis cerebral uno y problemas motores el otro. Para todos, un 2016 a la altura de la dignidad que se merecen.