Dos miradas

Somos más que química

EMMA RIVEROLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un roce cargado de intención puede provocar que las glándulas suprarrenales disparen la producción de adrenalina. A partir de ahí, se desencadenará un irrefrenable oleaje químico de testosterona, feniletilamina y dopamina. Pero nunca describiremos así este proceso, sino que nos referiremos a la efervescencia del deseo. Somos química. Compuestos y reacciones. Pero los términos científicos quedan enterrados por las grandes palabras: deseo, amor, miedo, ira, tristeza… Emociones que a lo largo de nuestra vida juegan con la razón. A veces, sus caminos se unen y se completan entre sí. En otras ocasiones, unas se enfrentan a la otra obligando a las renuncias.

Somos química y, por tanto, somos emoción. Pero a pesar del conocimiento científico de los procesos, a pesar del papel determinante en nuestra vida, apenas llegamos a ser aprendices en su gestión. La falta de empatía marca a menudo las relaciones, las familiares, las profesionales, las que establecen políticos y ciudadanos... Nos cuesta expresar las emociones y apenas dedicamos esfuerzos a tratar de imaginar qué sienten los demás. Cuando fallan los argumentos y los puentes de diálogo, quizá interpelarnos por las inquietudes y las ilusiones mutuas sería un modo de encontrar puntos de encuentro. El 2011 ha sido designado Año de la Química. Estaría bien dedicar unos cuantos días a ponernos en la piel del otro.