Dos miradas

La piel de Osborne

EMMA RIVEROLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El ministro británico de Economía, el aristócrata conservadorGeorge Osborne, se ha ganado los reproches de sus compatriotas por disfrutar de unas lujosas vacaciones de esquí en Suiza mientras los ciudadanos sufren los embates de la crisis y los recortes económicos dictados por su Gobierno. La actuación deOsbornees la metáfora de un modo de entender y de vivir la política. Es mucho más que un gesto poco oportuno e insolidario, es la prueba de la ignorancia y el desprecio del gobernante hacia los ciudadanos.

En el tuétano de la política está la voluntad de servicio. Esta afirmación no es una quimera ilusa, es una exigencia, una reivindicación. Un político debe ser capaz de meterse en la piel de los ciudadanos. Se trata de sufrir. De mirar a sus hijos durmiendo en sus camas e imaginar lo que debe sentir el que teme ser desahuciado, el que contempla un saldo bancario teñido de rojo o el que reza, aunque no crea, por conseguir un empleo. Al político se lo han de comer la angustia y el miedo ajenos para poder encontrar la fuerza que le permita mejorar el presente. Una energía que no brotará de sus reuniones con los privilegiados, tampoco la encontrará en la frialdad de las estadísticas, ni en los pasillos del poder ni en los despachos de las sedes de los partidos. No es solo una cuestión de solidaridad, menos aún de hipocresía. Es, simplemente, una razón de piel.