EDITORIAL

Los nuevos controles en los aeropuertos

Las aglomeraciones y el caos vivido este domingo en El Prat refleja que la implantación de la nueva norma de la UE contra el terrorismo no se ha hecho de forma correcta en nuestro país

Viajeros en el aeropuerto de El Prat, este domingo.

Viajeros en el aeropuerto de El Prat, este domingo. / periodico

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La lucha contra el terrorismo exige de toda la sociedad, no solo de los gobernantes y de los agentes del orden, un esfuerzo considerable, algo que la ciudadanía está dispuesta a afrontar para intentar, en la medida de lo posible, evitar graves atentados. Desde la tragedia del 11-S en las Torres Gemelas se han acentuado, por ejemplo, las medidas de control en los viajes en avión. Pero esa aplicación de normas estrictas debe hacerse sin que suponga un contratiempo mayor del esperado para el viajero. Desde el 7 de abril, la UE ha dado otra vuelta de tuerca en el tema tras aprobar que los ciudadanos del espacio Schengen deban mostrar el DNI o el pasaporte a los agentes de fronteras.

Lo vivido este domingo en El Prat refleja que la implantación de esa norma no se ha hecho de forma correcta en nuestro país. Porque las aglomeraciones de pasajeros y colas interminables en la zona de control de la Policía Nacional llevaron al caos y al retraso en algunos vuelos. De ahí que haya que lamentar una imprevisión por las autoridades aeroportuarias y por el Ministerio del Interior. Este organismo, por cierto, anunció el día de la aplicación de esta normativa contra el yihadismo el refuerzo de personal en los puntos de mayor intensidad de paso. No ha dado resultado. Ya hubo problemas en Semana Santa, agravados el domingo al habilitar solo dos ventanillas, como denunciaron en las redes sociales los afectados, en el puente del 1 de mayo. La seguridad es importante, pero viajar en avión no debe ser una pesadilla.