Fichaje para una larga vida

No estoy al corriente de qué día se celebrarán las elecciones a la presidencia del FC Barcelona. Solo sé que es un cargo publicitariamente importantísimo. En los tiempos del presidenteAgustí Montal, la presidencia del club no tenía el relieve de ahora. ConJosep Lluís Núñezempezó el personalismo, y a tener importancia la vinculación de la presidencia al mundo económico. YJoan Laportafue el primero que impulsó una visión internacionalista del Barça y empresarial al estilo de los norteamericanos. Naturalmente, en el momento en que escribo estas líneas no tengo ni idea de quién será el nuevo presidente.

Sí sé que, antes de queLaportase vaya, el Barça ha hecho un fichaje importante. El asturianoDavid Villa, conocido como goleador, ya se ha fotografiado vistiendo la camiseta azulgrana. Y en el acto de presentación pública, en el Camp Nou, dijo lo siguiente: «Voy a dejarme la vida por este club».

Pronunciar una frase rotunda debe formar parte del contrato. Pero también hay gestos simbólicos ante los aficionados presentes en la ceremonia, como hacer algunas exhibiciones de dominio del balón y saludar llevándose una mano al escudo de la nueva camiseta que va a vestir. Todo esto es simpático e inofensivo.

PeroVillaafirmó, además: «Voy a dejarme la vida por este club». Ya sé que es una frase tópica, pero es excesiva. Aunque el jugador no tenga ninguna culpa, afirmaciones como esta no deberían hacerse nunca. Estar dispuesto a dar la vida por un club de fútbol no es necesario, aunque un antiguo presidente del Barça fue asesinado por los franquistas.