La Euroliga mira al futuro

Larkin, del Baskonia, y Doellman, del Barça, dos de los equipos que participan en la nueva Euroliga.

Larkin, del Baskonia, y Doellman, del Barça, dos de los equipos que participan en la nueva Euroliga. / periodico

LUIS MENDIOLA

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Incapaz de aprender de sus errores, el baloncesto europeo prepara la nueva temporada instalado en el conflicto, igual que 16 años atrás, cuando los clubs marcaron su propio camino y escaparon del control de la Federación Internacional (FIBA).

La Euroliga arranca esta semana con un proyecto muy ambicioso, que materializará el sueño larvado desde el inicio: una verdadera liga europea. Por otro lado, la FIBA tiene a punto su nuevo proyecto, la Basketball Champions League, que se iniciará la próxima semana en un discreto segundo plano. Solo los equipos franceses y algún histórico como Aris Cibona han cedido a las amenazas de la FIBA que se resiste a ceder el control, incapaz de asumir que deben ser los clubs los que rijan su propio destino.   

El esquema, así, vuelve a repetirse más de tres lustros después para desespero de los aficionados, hastiados de enfrentamientos y de divisiones en un deporte que parece incapaz de hablar con una sola voz.

Hay una verdad indiscutible: la supremacía de la NBA en la escena internacional, amparada en un acuerdo televisivo (24.000 millones de dólares por nueve años), que hace palidecer incluso al de la Premier inglesa (6.900 millones por tres temporadas). Pero esa realidad no va en contra de la Euroliga, sino que suma a favor del producto baloncesto, igual que lo hacen los torneos de selecciones.

ESCRIBIR SU DESTINO

Así debe entenderse el nuevo paso de la Euroliga, que sigue apretando el acelerador de la mano de los clubs más potentes como Madrid, Barça, Panathinaikos, CSKA o Maccabi, decidida a escribir su destino. En su búsqueda de un modelo deportivo atractivo y rentable a nivel económico, da un salto cualitativo al futuro con una competición entre los grandes, que aún arrastra déficits (el modelo semicerrado debería abrirse, finalmente, a todos los campeones nacionales) pero que gana en atractivo (todos contra todos) y también cimenta unas sólidas bases económicas con el acuerdo por 10 años y cerca de 900 millones de euros con la multinacional IMG.