La rueda

Enterrado pero todavía vivo

JOAQUIM Coll

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Al igual que Paul Conroy, interpretado porRyan Reynoldsen la recién estrenada películaBuried(Enterrado), dirigida porRodrigo Cortés, tampocoRodríguez Zapaterose resigna a ser enterrado vivo, políticamente hablando. Si el transportista Conroy solo dispone de oxígeno para 90 minutos, de un móvil con poca batería, un mechero y un cuchillo para intentar salir del maldito ataúd, tampoco el presidente del Gobierno tiene demasiado tiempo ni gran margen de maniobra para recuperar la crisis de confianza que sufre entre su electorado.Zapaterose encuentra metido en el ataúd de la crisis económica internacional más importante del último medio siglo. Y eso significa que se encuentra sepultado muchos pies bajo tierra. Es cierto que esta es una circunstancia que comparte con otros dirigentes del mundo. PeroZapateroestá al frente de un país con una de las tasas de paro más elevadas de Europa y con una economía que no tiene perspectivas de crecimiento a medio plazo. Otros se hubieran visto obligados a convocar elecciones generales, pese al riesgo evidente de perderlas.

Pero la voluntad de supervivencia deZapateroes comparable al tesón con que el protagonista deBuriedestá dispuesto a luchar para salir del ataúd. Contra el vaticinio de muchos y el deseo de la derecha, el Gobierno ha encontrado los apoyos parlamentarios suficientes para salvar los presupuestos del 2011. Hay quien creía que la convocatoria de una huelga general iba a ser letal paraZapatero, y tampoco ha sido así. Los sindicatos han salvado la cara y demostrado tener gran capacidad de movilización, pero el pulso al Gobierno se ha saldado en tablas. La dulce derrota deTrinidad Jiménezfrente aTomás Gómez tampoco permite una lectura clara de reprobación al líder del PSOE, sino más bien de apoyo a alguien que, por otro lado, es como una fotocopia deZapateroen optimismo antropológico. Para algunos se inicia ya el poszapaterismo. Tal vez. Es cierto que le queda poca credibilidad, pero 17 meses en política es mucho tiempo. Como el esforzado Conroy en la película, ahoraZapaterotiene que dar lo mejor de sí mismo si quiere salir vivo.