La rueda

El deporte mundial habla árabe

JOSÉ A. SOROLLA

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La presencia deMessiy el gol dePedroclasificaron al Barça para las semifinales de la Champions, pero frenaron al mismo tiempo la explosión de éxito que hubiera significado la inclusión del París-Saint Germain (PSG) entre los cuatro mejores equipos de Europa. Una presencia que, a la vista de su prestación en el Camp Nou, no tardará en producirse. El PSG es ya el símbolo del dominio de los petrodólares, de Catar y de otros emiratos, en el fútbol europeo. Una penetración predominante en Francia, pero presente también en España con la publicidad en la camiseta del Barça -ahora Qatar Foundation y el año próximo Qatar Airways- y con la propiedad del Málaga.

Qatar Sports Investments compró el PSG por 50 millones de euros. Ha invertido 250 millones en fichajes, con estrellas comoIbrahimovic, Thiago SilvayBeckhamo brillantes promesas comoLucas Moura,y el presupuesto de esta temporada -300 millones- dobla el de la anterior. El emirato estrenó en el 2004 un programa de caza de jóvenes talentos para el fútbol denominado Aspire Football Dreams, que ha seguido a dos millones de promesas en 15 países africanos, asiáticos y sudamericanos con el objetivo de formar una potente selección para el Mundial del 2020, que organizará Catar. Un campeonato conseguido, por cierto, con una inversión de 33 millones de euros y fuertes sospechas de corrupción.

Y quizá lo más importante de la inversión árabe en el fútbol es la compra por la cadena Al Jazira de derechos de televisión de la Champions por 61 millones anuales y de la Europa League por 16 millones. La cadena tiene ya los derechos de la Liga francesa, por 150 millones, y se habla de que puede adquirir también los de la Liga española. En una Europa en quiebra, el dinero del petróleo tiene las puertas abiertas para que el futuro del deporte mundial se escriba en árabe.