Se buscan empresarias

Si las mujeres catalanas tuvieran tantas facilidades para ser emprendedoras como las norteamericanas, Catalu-

nya tendría unos cuantos miles de empresas más, sería más rica y bajarían las cifras de paro. Algunas catalanas han tenido que irse a EEUU para ver cumplidos sus sueños. AIsabel Coixetle fue más fácil empezar a hacer cine en Los Ángeles. La campeona de aviación y empresariaMercè Martíse desplazó a EEUU para montar su compañía de aviación. Seguramente aquí hubiera sido más difícil para las dos. Catalunya necesita ofrecer a las mujeres los recursos que las norteamericanas tienen y que han generado tanta riqueza: entidades gubernamentales que les den apoyo económico y formativo, bancos que las apoyen y, sobre todo, reconocimiento social y confianza para sacar adelante sus proyectos.

Las mujeres son las que van a comprar, las que buscan piso, las que escogen muebles, las que eligen escuela, las que compran regalos, las que deciden qué se hace durante las vacaciones, las que organizan hijos y abuelos. Son motores fundamentales de la economía de un país aunque se crea que los que dirigen la economía son los hombres. Hace unos 20 años, en EEUU, las organizaciones de empresarias fueron capaces de mostrar las altas cifras económicas que ellas movían, y gobiernos y bancos empezaron a cambiar de actitud y se pusieron a trabajar para ellas, diceNúria Vias,directora de la Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora (Fidem). Los resultados de las americanas han sido inmejorables. En estos 20 años, el aumento de empresarias en aquel país ha sido de un 77%, y ya son ocho millones los negocios montados por ellas, que han creado 23 millones de puestos de trabajo, un 16% del total. Además, han entrado en sectores no tradicionales, como la construcción, venta al mayor y transporte. Hasta el punto de que si los negocios fundados por mujeres en EEUU constituyeran un país, este sería el quinto en PIB del mundo, justo detrás de Alemania y por delante de Francia y el Reino Unido. Hay multitud de organizaciones independientes que, a través de sus sofisticadas webs, las ayudan a materializar sus proyectos. Por lo tanto, no se trata solo de un grupito de pequeñas compañías, sino que representan un componente fundamental de la economía norteamericana. Tienen formación, experiencia y, a menudo, tienen dificultades en las grandes corporaciones para progresar como ejecutivas y para tener hijos y poder compaginarlos con el trabajo.

No muchos saben que muchas multinacionales prestigiosas han sido creadas por mujeres. En los años 50, unas cuantas amas de casa norteamericanas idearon lo que acabarían siendo grandes multinacionales: las famosas reuniones de lostupperware, la Barbie y Ken, la venta por catálogo. Unos años más tarde, la británicaAnita Roddick, gran defensora de los derechos humanos y del comercio justo, fundó la exitosa Body Shop. En Catalunya tenemos antecedentes muy antiguos, desde la famosaLa fabricanta, novela deDolors Monserdàde 1904 basada en la vida de la empresaria textilEulàlia Escuder,aDolors Creus,fundadora de Olis Borges,Mercè Sabi,alma de la firma Armand Basi,Montserrat Pérez Iborra,fundadora de una escuela, oTecla Sala.

De momento, no se ha conseguido que las administraciones den un apoyo claro a las mujeres directivas, a diferencia de los países escandinavos que, a base de cuotas cuando ha sido necesario, tienen las sociedades más feminizadas y a la vez más ricas. La sueca, en particular, es la economía que más crece de la zona euro. La comisaria de Justicia europea,Viviane Reding,ya ha amenazado con intervenir en España en un año si no toma medidas para mejorar el porcentaje de mujeres directivas en las empresas y se acerca a la media europea. Tampoco han mejorado las políticas para montar una empresa. Todavía es un trabajo demasiado laborioso y no se ha acabado con la burocracia. No existe una formación adecuada y gratuita en finanzas o inversiones, ni un periodo de acompañamiento en la puesta en marcha. Ni se favorece con el pago de impuestos. Más grave todavía: cuando una empresa no funciona, queda estigmatizada, mientras que en EEUU no pasa y la persona que la ha montado no acaba desmotivada.

En Catalunya, hay redes de emprendedoras denetworkingcomo EOL para el intercambio de informaciones entre mujeres, pero hacen falta muchas más. También necesitamos más webs que asesoren a las mujeres que quieren montar negocios, como lo hace Fidem, que también da microcréditos y hace tutorizaciones de dos años. Estas organizaciones podrían establecer relaciones con las norteamericanas. Estaría bien la creación de una red de centros de negocios para mujeres en toda Catalunya que dispusiera de diferentes tipos de apoyo, de formación, de créditos, de buenas técnicas de evaluación y de rendimiento de cuentas. Y también que fuésemos capaces de crear una cultura donde las ideas, también las de los hombres, pudieran tener éxito más fácilmente.

Periodista y filóloga.