Batallando

Las palabras de Sáenz de Santamaría, pronunciadas en el cónclave que solo midió el músculo debilitado del PP, no requieren estudios psicológicos que ayuden a interpretarlas: "Esto es una batalla.  A veces parecerá que ganan, pero ganaremos nosotros porque la democracia está de nuestra parte". Así contempla el gobierno de Rajoy la situación en Catalunya. Estamos en una batalla. Guerreando hasta la victoria final. Humillación para los sediciosos. Y el resto, ya se sabe, víctimas colaterales. Viva la inteligencia, la empatía y la defensa de la convivencia y el bien común.

El revés del juez alemán a Llarena es una buena noticia. Y no solo para los acólitos de Puigdemont ni para el mundo independentista en general, sino para todos los que están hartos de tanta inoperancia y de tanta política de vuelo gallináceo que acaba deviniendo tan injusta como perversa. El tribunal alemán no ve delito de rebeldía, pero también afirma que el Supremo no acusa al perseguido por sus ideas políticas. Hay que agradecer un poco de cordura en la irresponsabilidad de convertir los tribunales en armas al servicio del gobierno. En su batalla, Rajoy y los líderes independistas que impulsaron Catalunya al abismo dejaron indefensa a una parte sustancial de la población. Todos estamos perdiendo esta batalla. Y los que nos llevaron a ella solo aportan más conflictos y más pérdidas. Difícilmente los mismos protagonistas podrán brindar soluciones.