debut prometedor

The Bird Yellow, el canto maduro de un pájaro joven que triunfa en Spotify

The Bird Yellow

The Bird Yellow / periodico

Ignasi Fortuny / Barcelona

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Sin saber muy bien por qué, Gerard Vidal Barrena, que cuando canta se convierte en The Bird Yellow (El pájaro amarillo), vio que Spotify empezaba a etiquetar sus canciones como 'virales'. Algo inesperado para un chaval de 22 años que compone a guitarra y voz y que acaba de publicar su primer disco, 'Little Kids' (Delirics). Y que está lejos de crear -ni es su interés- la próxima canción del verano. Su éxito se sustenta a partir de su singular madurez vocal y por su habilidad como letrista en inglés, que le hace sonar a compacto indie-folk anglosajón. "Siempre me ha salido en inglés, me veía más seguro a la hora de decir las cosas que escribo", explica Gerard, a-punto-de licenciado en audiovisuales.

Este joven barcelonés creó su personaje, The Bird Yellow (nombre sacado de un poema de Zbigniew Herbert), para cantar y expresar lo que son, en gran parte, sus vivencias. "Son cosas muy personales y supongo que por ser en inglés, inconscientemente, pensé que solo lo entendería quien lo quisiera entender", explica Gerard. Una intronspección difícil de encontrar en un joven de 22 años y que Gerard enfoca en su primer trabajo hacia "aquellas cagadas de las que te das cuenta más tarde". "Por eso el título de 'Little kids', viene a decir que todos somos niños pequeños y la seguimos cagando", añade. Una melancolía e intimidad cantada en inglés que suena profunda y rasgada, como su voz. "Suena así por las influencias musicales y por la gente con la que he tocado y aprendido, supongo que esto ha hecho que suene... digamos que más demacrado", apunta, sonriente. Un sonido que Spotify ha creído conveniente colocar en una lista llamada algo así como "Canciones para tomar café y leer". 

De las canciones terapéuticas al 'boom' en Spotify

Gerard notó cierto 'feeling' con la guitarra hacia los 11 años y con el cante ya de adolescente. "Cantaba muy mal y me apunté a clases", explica. Más tarde cogió papel y boli y empezó a escribir canciones sin más pretensión que hacerlo para él, por necesidad, por placer. Tenía un punto terapéutico, reconoce. "Era una forma de hablar de temas difíciles, el hecho de cantar y hacer canciones me hacía sentir bien", explica. Después, Gerard, que también militaba en el grupo Cassandra’s Sons & The Bastard’s Band, empezó a curtirse tocando en bares, terrazas y pequeñas salas. "Hice todos los bolos que pude para aprender". Hasta llegar a a día de hoy, cuando se presenta con la guitarra a cuestas y un disco bajo el brazo.

Su primer trabajo, 'Little Kids', compuesto por 11 canciones, comprende temas que escribió incluso antes de ser mayor de edad. Como el primer 'single' y causante de su eclosión (aún) a pequeña escala, 'Roses in the sand', que en menos de un mes en Spotify lo han escuchado 100.000 usuarios de la plataforma de música en 'streaming'. Eso, y el eco posterior en diferentes medios, hizo que le empezaran a pegar etiquetas y llover elogios. Le han dicho que recuerda a Ben Harper, Bon Iver, Radiohead, Nick Cave... Algo que tan cierto como precoz. "Todo esto está muy bien pero yo lo que quiero es que me salgan conciertos más chulos", valora The Bird Yellow. El primero de ellos con su debut discográfico será este jueves (20 horas; 5 euros) en el joven centro cultural de Vallcarca (Barcelona) El Pumarejo. "Aunque no empecé con este planteamiento, ahora me gustaría mucho dedicarme a esto". Su objetivo: seguir trabajando para ello.