comedia

El reverso suave de 'Ted' Paddington

El reverso suave de 'Ted' Paddington_MEDIA_2

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Paul King

¿Recuerdan aquella película de Seth MacFarlane estrenada hace un par de años y titulada Ted, en la que el creador de las vitriólicas teleseries American dad Padre de familia nos contaba la historia nada tierna de un hombre y su osito de peluche con vida gamberra propia? Pues Paddington es todo lo contrario, aunque el filme versa también sobre relaciones entre humanos y peluches animados.

La película sigue con cierta fidelidad el esquema original de este personaje de la literatura infantil británica, más popular que la estación londinense de la que toma el nombre prestado. Se trata de un oso inmigrante, procedente de tierras peruanas tras un seísmo, y que encuentra cobijo en una apacible familia tan excéntrica como adorable.

Nada nuevo en el terreno del cine infantil y la animación parcial, aunque el filme está realizado con considerable tacto y no abusa en exceso de los efectismos melodramático-familiares tan habituales en productos de estas características. Como casi siempre en estos casos hay una mujer perversa, modelo Cruella de Vil de la historia de los 101 dálmatas, que quiere quedarse con Paddington para realizar experimentos con su piel. Tan particular taxidermista coge la forma de Nicole Kidman, abocada a un registro siempre demasiado histriónico cuando asume personajes de este tipo.

El resto es bondadoso, bonachón y casi costumbrista. Pese a ser un oso, el personaje de Paddington encierra no pocos de los usos y hábitos de la sociedad britá-

nica. QUIM CASAS