Rebecca Black salta a la fama con 'Friday', un éxito viral en internet

En días de Twitter, los fenómenos de la cultura popular estallan con rapidez vertiginosa. Y así, en cuestión de días, la californiana Rebecca Black ha pasado de ser una perfecta desconocida a convertirse en un personaje famoso en todo el mundo, adorado y vilipendiado a partes iguales. Quizá más vilipendiado, la verdad. Su canción, a través de internet, se ha hecho famosa sin ninguna costosa campaña publicitaria, solo a través del boca oreja entre usuarios o comunicaciones a través de la red. Esta forma de difundirse entre los usuarios se denomina habitualmente expansión viral.

La culpa de casi todo la tiene Friday, un single pop fascinante o irritante, según a quién pregunten, sobre el orden de los días de la semana, pasárselo bien con los amigos y montárselo en el morro del coche. Quizá la canción, algo inane, habría pasado desapercibida de no ser por su videoclip, un producto casi amateur que ilustra la letra del tema de la manera más barata imaginable.

En Youtube, esta pieza audiovisual cuenta hasta la fecha con más de 33 millones de visionados. Los comentarios sobre el videoclip, así en Youtube como en Facebook, Twitter o Tumblr, suelen ser poco agradables con la artista, que a sus 13 años debe estar viviendo los días más raros de su corta vida. En una entrevista con el sitio web The Daily Beast, la artista en ciernes aseguró que a veces siente que le están haciendo "bullying cibernético". Para más inri, la mayoría de las versiones de Friday que circulan online (véase, por ejemplo, esa hilarante revisión a cargo de un falso Bob Dylan) parecen más parodia que tributo.

Detrás del fenómeno involuntario encontramos a Ark Music Factory, enigmática discográfica que construye carreras musicales a jóvenes aspirantes a popstars. Por 2.000 dólares, la madre de Black le compró a su hija la canción y el videoclip. Y quizá también un trauma.