FESTIVAL DE CINE DE SEVILLA

Salma Hayek, devoradora de monstruos

El cineasta Matteo Garrone presenta 'El cuento de los cuentos'

El cineasta Matteo Garrone, este sábado en el Festival de Cine de Sevilla.

El cineasta Matteo Garrone, este sábado en el Festival de Cine de Sevilla.

NANDO SALVÀ / SEVILLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Por la nueva película de Matteo Garrone pasean monstruos marinos, murciélagos asesinos, bichos aspersores de fuego e incluso una pulga domesticada enferma de gigantismo. Pero de todas las impactantes imágenes que la trufan, la que más a fuego se graba en la memoria es la de Salma Hayek sentada en una mesa de banquetes, devorando el corazón de una serpiente. En otras palabras, El cuento de los cuentos,  que llegará a España el 11 de diciembre, tiene poco que ver con las historias que nuestros padres nos contaban al borde de la cama. Si lo fueran, hoy sufriríamos de insomnio crónico. «En el medievo la literatura infantil no existía», explicaba este sábado el director italiano tras presentar la película a competición en el Festival de cine de Sevilla. «Los cuentos estaban llenos de brutalidad y eso los convierte en metáforas de nuestro mundo actual, violento e inmoral».

Aunque compuesta por un trío de historias basadas en el Pentamerón, recopilación de historias populares a cargo del poeta napolitano Giambattista Basile -«el modelo del que tomaron ejemplo todos los fabuladores posteriores, de Perrault a los Grimm o los Andersen»-, El cuento de los cuentos, en efecto, plantea asuntos tan vigentes como nuestro deseo de prolongar la juventud, la obsesión por la procreación o la necesidad de emanciparnos de los padres. «He querido identificar ese punto de inflexión en el que el deseo se convierte en obsesión», concreta Garrone.

TRES REINOS

Con ese fin, el director superpone los destinos de tres reinos cuyos gobernantes pagan un alto precio por sus anhelos. En uno, un rey y una reina acuerdan hacer cuanto sea necesario para tener descendencia -de ahí el festín caníbal de la Hayek-; en otro, un monarca libertino (Vincent Cassel) decide hacer que la última de sus conquistas sea algo memorable; y a causa de su peculiar apego a un insecto del tamaño de un jabalí, un gobernador accede a casar a su hija con un ogro. En el proceso, transita la delgada línea que separa lo absurdo de lo terrorífico, enfrentando secuencias que señalan las miserias del hombre con otras de deslumbrante belleza barroca.

«Igual que muchos cineastas de mi país, considero a Federico Fellini un Dios», confiesa Garrone. Por tanto, tiene sentido que su trayectoria tenga similitudes con la del maestro, que empezó su carrera haciendo películas neorrealistas y se convirtió gradualmente en un fabulador gracias a títulos como El Satiricón (1968).

«En mis películas previas retraté universos realistas pero tratando de enfatizar sus elementos más oníricos», explica. Gomorra Gomorra(2008), la adaptación del libro de Roberto Saviano que lo dio a conocer mundialmente, era un crudo retrato de la mafia, y en Reality (2012) puso el foco en la telerrealidad. «Y aquí, curiosamente, he tomado una fuente de inspiración esencialmente fantasiosa y la he querido naturalizar». Su otro gran referente para ello, confiesa, es el mismo que lo animó a hacer sus pinitos como pintor antes de dedicarse al cine: Francisco de Goya. «Sus Caprichos me enseñaron a mezclar lo real con lo imaginario y lo trágico con lo cómico, y a entender la dimensión grotesca del alma humana. Buena parte de lo que soy como artista se lo debo a él».

TEMAS