LA CRISIS LLEVA A LA PRECARIEDAD AL AUTOR DE UNA IMAGEN ICÓNICA

Salvado in extremis

El ayuntamiento frena el desahucio de Manel Armengol, uno los mejores fotoperiodistas de la transición, y la Generalitat no descarta comprar su archivo, depositado provisionalmente en el ANC

La famosa fotografía de Manel Armengol tomada el 1 de febrero de 1976 durante una manifestación de la Assemblea de Catalunya.

La famosa fotografía de Manel Armengol tomada el 1 de febrero de 1976 durante una manifestación de la Assemblea de Catalunya. / periodico

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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Manel Armengol (Badalona, 1949) es uno de los grandes fotoperiodistas del país, uno de los que mejor documentó la transición española. Suyas son las célebres imágenes de 1976 de una melé de 'grises' golpeando violentamente en el paseo de Sant Joan a los participantes de una manifestación convocada por l’Assemblea de Catalunya. Las imágenes fueron censuradas en España hasta que 'Interviú' las sacó a la luz un año después. Mientras, se habían publicado en el resto del mundo ('The New York Times', 'Paris-Match', 'Der Spiegel', 'Time'...) y Armengol, con 26 años, se hizo un nombre en el mundo del periodismo. El próximo lunes las fotografías cumplirán 40 años y su autor celebrará el aniversario desde la barrera, habiendo evitado un desahucio y salvado su archivo in extremis. Pero aún en una situación precaria. Cosas de la crisis y cosas de trabajar como 'freelance'.

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Nada hay del piso de alquiler social que este fin de semana se ha especulado que el ayuntamiento le había ofrecido. "No tengo piso, en realidad ha sido una mala interpretación que se ha ido repitiendo", explica por correo en un descanso del descanso obligado por prescripción médica tras el torbellino que se organizó la semana pasada al dar a conocer su situación. "Estoy agotado por el alud de llamadas y declaraciones que he recibido y he hecho", apunta. Y contento "por el apoyo recibido". No hay piso de alquiler pero sí hubo intermediación para evitar el desahucio programado para ayer: "Después de una llamada de la concejalía de Habitatge, la propiedad ha accedido a concederme unos días más para acabar de recolocar las fotografías enmarcadas en algún lugar adecuado".

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El futuro del material fotográfico es lo que más angustiaba a Armengol. ¿Qué hacer con los 150.000 negativos y diapositivas al dejar el piso? Una vivienda en la calle Pau Claris con suficiente espacio para conservar su archivo y su laboratorio. Pues es de los románticos que aún usa la fotografía analógica. Nada de eso cabe en su nuevo refugio, una cabaña de madera de 24 metros cuadrados en Tiana. Que el resultado de toda su vida laboral sobreviviera en buen estado a su  debacle personal era fundamental. Y la respuesta llegó desde el Arxiu Nacional de Catalunya (ANC) hace seis días. La institución decidió quedarse con el archivo "en calidad de depósito provisional y preventivo". Y lo hizo. El viernes se lo llevó ya que "dadas las circunstancias personales del fotógrafo" había peligro de "dispersión de los documentos", apuntaba la nota que remitió el centro. Su compra no se descarta, apuntan desde la Conselleria de Cultura, pero dependerá de la cuantía.

DE NUEVA YORK A CHINA

Armengol no es avaricioso pero sí necesita ingresos para vivir. La crisis ha acabado con su trayectoria, una carrera que le llevó hasta Nueva York y China, y a colaborar con diferentes publicaciones hasta que en 1983 un accidente lo apartó del fotoperiodismo. A partir de aquí, se dedicó a la fotografía de paisajes, a la docencia y a las exposiciones. La cosa no fue mal hasta que llegó la crisis: en los últimos dos años no ha recibido ningún encargo. La cosa empeora cuando siempre se ha trabajado por cuenta ajena y la pensión depende de los últimos años cotizados: "Los peores", apunta.

De su situación, espera sacar algo postivo. "Espero que esto sirva para alertar que hay muchos compañeros 'freelance' que están igual o peor que yo. Deberíamos reunirnos para denunciar públicamente lo que nos está pasando. No solo nosotros, sino todos aquellos autónomos que soportamos unas condiciones draconianas por parte de la Seguridad Social", proclama desde su cabaña deTiana.