Los Secretos, en su mar de melodías

Ya en tiempos de la 'movida' pasaban por ser los blandos de la clase, aunque su primer álbum, de 1980, escuchado hoy, suena a vigoroso power-pop. Pero Los Secretos han tendido siempre a la emotividad y el detallismo, campos que el martes exploraron a placer, buscando nuevas sensaciones, en el Auditori (Banc Sabadell Festival Mil·lenni), arropados por la cuarentena de músicos de la Jove Orquestra InterComarcal (JOIC), de Tarragona.

Concierto de dilatado recorrido, con tres bloques. En el primero, Los Secretos con instrumentos acústicos, alzando el vuelo con 'Agárrate a mí, María' y recalando en su disco de versiones 'Algo prestado': la pieza que le da título ('Call it a loan', de Jackson Browne), un 'Échame a mí la culpa' (Albert Hammond) con punteos de 'slide guitar' de Ramón Arroyo y el esbelto pop de 'Ponte en la línea' ('Get in line', de Ron Sexsmith), a las que sumaron, en homenaje al fallecido Glenn Frey (Eagles), un 'Take it easy' con armonías vocales que parecieron salirles de muy adentro.

NUEVOS PERFILES

La JOIC, dirigida por Marcel Ortega, les llevó luego a un nuevo lugar, resplandeciente y un poco vaporoso, sacrificando filo pop pero ganando en amplitud de la gama armónica, en cuidado del matiz melódico. Donde más se apreció fue en la suite que enlazó 'Aunque tú no lo sepas', 'Cambio de planes' y 'Ahora que estoy peor', con tenues arreglos de cuerda y roces enfáticos de los metales, que Álvaro Urquijo interpretó con delicado lirismo. Perfiles nuevos para 'Ojos de gata' (la gemela de 'Y nos dieron las diez', de Sabina), 'Pero a tu lado' y 'Amiga mala suerte'. Y el clásico juvenil 'Déjame', que Urquijo presentó con un consejo a las bandas noveles: "Es importante que encarguéis de antemano un éxito", ironizó, recordando que a ellos, aquel 'hit' temprano les dio oxígeno para seguir.

Los Secretos en su versión ortodoxa aparecieron en el tramo final, eléctrico y sin orquesta, al servicio de 'La calle del olvido', con filiación country, 'Por el bulevar de los sueños rotos' y, ahora sí, corpulentos asaltos a 'Ojos de perdida', 'Sobre un vidrio mojado' y un guiño a 'Lady Madonna', de los Beatles, que condujo a 'Gracias por elegirme'. Clasicismo y buenos alimentos, la receta de estos supervivientes en un océano de estridencias.